La resiliencia está de moda, pero ¿cuáles son sus desventajas?
Aunque es una habilidad muy positiva, también puede traer cosas malas si se malinterpreta. Por ello, te traemos las claves para que la uses de la mejor forma
La resiliencia es la capacidad de una persona o un sistema para hacer frente, adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas, estresantes o traumáticas. Es la habilidad de sobreponerse a la adversidad y de aprender de las experiencias difíciles para salir fortalecido de ellas.
Además, es la habilidad de mantener una actitud positiva y mantener la funcionalidad y el equilibrio emocional en momentos de estrés o dificultades. Una persona resiliente no se deja abrumar por los problemas, sino que busca soluciones, se adapta a los cambios y encuentra maneras de seguir adelante.
La resiliencia no es un rasgo fijo e inmutable de una persona, sino que se puede desarrollar y fortalecer a lo largo de la vida. Sin embargo, tal y como explica la psicóloga Jessica del Pozo en ‘Psychology Today’, también puede ser una habilidad que puede actuar en nuestra contra.
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La profesional comienza explicando que casi todo tiene un rasgo peligroso, incluso algo tan positivo como la resiliencia. Es fundamental conocer las partes negativas de algo para poder conocerlo en profundidad y por ello, la psicóloga comenta 4 posibles desventajas que puede traer esta actitud.
1. Se puede usar con desdén
Un padre que encuentra difícil lidiar con la angustia incómoda de su hijo puede usar la resiliencia como una excusa para minimizar el sufrimiento que los niños experimentan en un mundo de adultos. La actitud de "oh, los niños son muy fuertes" puede ser despectiva y podría llevar a no tomar medidas protectoras cuando son necesarias.
De esta forma, decirle a alguien que es resistente puede resaltar una fortaleza personal, pero también podría ser malinterpretado como "tú debes ser capaz de manejar esto. No nos muestres cuánto estás sufriendo".
2. Puede llevar a una expectativa de regresar a un estado anterior de existencia
La resiliencia, por definición, implica la capacidad de recuperarse o adaptarse a situaciones difíciles. Sin embargo, hay momentos en los que no es posible ni probable volver a un estado anterior, y si te aferras a eso, puedes quedarte atrapado intentando retroceder en el tiempo.
La aceptación de la realidad es muy importante, pues puede ayudarnos a adaptar continuamente nuestras mentes y cuerpos, incluso si no son como lo imaginamos idealmente.
3. Puede transmitir el autojuicio de que debes ser "más fuerte" de lo que eres
Un mito relacionado con la resiliencia es que si no puedes adaptarte y ajustarte rápidamente, significa que hay algo mal contigo. La expectativa de ser más fuerte o resistente puede no ser el tipo de diálogo interno de apoyo que necesitas para desarrollar tu resiliencia.
El perfeccionismo puede infiltrarse y establecer expectativas de que siempre debemos ser resilientes, olvidando que somos humanos y que a veces necesitamos tiempo para adaptarnos a los inevitables cambios de la vida.
4. Puede usarse para presionar más a los empleados
La enseñanza de la salud y la resiliencia en el entorno laboral puede llevar consigo la expectativa de que, si se brinda el apoyo adecuado, los empleados serán más productivos y generarán mejores resultados.
Aunque esto es cierto, también puede desviar la atención de la prioridad más importante: brindar apoyo a las personas simplemente porque son personas, colocando la productividad y los resultados en un segundo plano, evitando estrés laboral.
La resiliencia es la capacidad de una persona o un sistema para hacer frente, adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas, estresantes o traumáticas. Es la habilidad de sobreponerse a la adversidad y de aprender de las experiencias difíciles para salir fortalecido de ellas.