Cómo el estrés afecta a tu peso: ¿qué es la inflamación de la vergüenza?
Hay muchas variables que pueden afectar a nuestro peso, y el estrés puede ser una de ellas. En esto consiste la inflamación de la vergüenza
Son muchas las investigaciones que avalan que los sentimientos y las emociones influyen de una manera importante en nuestra salud. La tristeza, la vergüenza, la alegría, el miedo o la desesperación pueden tener consecuencias a la hora de mantener una vida saludable o de querer bajar de peso.
Eso es algo que también opina el experto en medicina funcional, Will Cole, en un artículo en el blog 'Goop', cuya fundadora es la actriz Gwyneth Paltrow, en el que hablaba sobre un concepto que tiene que ver con la vergüenza.
En el artículo redactado, Cole explicaba el significado de la inflamación de la vergüenza, en el que relata que se trata de la unión entre la inflamación y ese mismo sentimiento. "Los estudios muestran que la vergüenza puede tener un impacto significativo en nuestra capacidad para mantenernos saludables, curarnos de enfermedades y tomar decisiones para la salud", explica el experto sobre el concepto de esta emoción que puede ser ocasionado por "traumas pasados no resueltos y estrés crónico".
En cuanto a la inflamación, el experto comenta que "es una respuesta protectora cuando sufre una lesión o se encuentra con un patógeno, como un virus de la gripe o una bacteria dañina".
Expone también que "en nuestro mundo moderno, se ha vuelto crónica debido a dietas poco saludables, exposición a toxinas y emociones como vergüenza crónica, estrés y traumas sin resolver", alegando que pueden llegar a ser "desencadenantes de la inflamación", teniendo como consecuencia problemas como "confusión mental, depresión y ansiedad".
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El estrés o la vergüenza tienen una fuerte relación con el fenómeno biológico de la inflamación. Lo corrobora el estudio que expuso Cole en el que se hizo una investigación a 41 personas que se enfrentaron a unos ejercicios de matemáticas.
Llegaron a la conclusión que aquellas que se presentaron sintiendo estrés y agobio, tenían los niveles de inflamación alta. Sin embargo, a los dos días, bajaron. Otro dato que llamó bastante la atención fue que "las personas que tenían los niveles más altos de autocompasión, las que tenían la mayor cantidad de autoaceptación, tenían la respuesta más baja de IL-6 (inflamación) al estrés".
¿Qué solución tenemos?
Para que esto no ocurra, el experto pone como solución varias alternativas. "Requiere volver a sincronizar nuestra conexión visceral. Podemos hacer esto enfocándonos no solo en los alimentos que son buenos para nuestro intestino, sino también en las prácticas que son amigables para nuestra mente, como la autocompasión", decía.
Para el experto, otra solución puede ser trabajar nuestra propia mente a través de técnicas de relajación como "autocompasión, trabajo de respiración, gratitud, meditación, trabajo somático y alimentos como sopas y guisos nutritivos".
La mente en ocasiones puede jugarnos una mala pasada, y esto influye en nuestro cuerpo. Es por ello la importancia de trabajar ambas partes. Si tú no estás bien mentalmente, una de las víctimas principales podría ser tu propio organismo.
Son muchas las investigaciones que avalan que los sentimientos y las emociones influyen de una manera importante en nuestra salud. La tristeza, la vergüenza, la alegría, el miedo o la desesperación pueden tener consecuencias a la hora de mantener una vida saludable o de querer bajar de peso.