¿Qué es el ayuno anabólico? Sus diferencias con el ayuno intermitente

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos con la perdida de peso es que al comenzar a quemar grasa, también se elimina masa muscular. Esto provoca que el metabolismo se ralentice y que cueste más adelgazar. Por ello, hay que buscar dietas saludables que ayuden a mantener el ritmo activo.

Una opción son las rutinas de ayuno anabólico. Este tipo de alimentación es muy seguida entre culturistas y logra la perdida de grasa manteniendo el músculo fuerte. Esta dieta tiene unas pautas muy marcadas, por lo que es importante ser constante para lograr buenos resultados.

El ayuno anabólico combina la dieta homónima con el ayuno intermitente. Esto quiere decir que además de comer tan solo durante unas horas concretas al día, se deben consumir alimentos permitidos en la rutina. Es muy exigente.

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Para ponerlo en práctica hay que comenzar eligiendo el método de ayuno que mejor se adapte a las necesidades. Lo más común es una rutina de 16/8. En la que se ayuna durante 16 horas, contando las del sueño. En este tiempo se pueden ingerir líquidos como infusiones o agua.

En las 8 horas restantes, se debe seguir una dieta anabólica. Esta se caracteriza por reducir los hidratos de carbono durante los cinco primeros días de la semana y consumir grasas saludables y proteínas. Es decir, tomar pescados, carnes magras, frutos secos, frutas u hortalizas puede ser una gran alternativa. Estos alimentos mantienen el proceso de cetosis, facilitando la pérdida de grasas.

Después, durante dos días, se realiza una dieta muy rica en hidratos de carbono. Se reduce el consumo de grasas y proteínas y se evitan los azúcares. De esta manera disminuye la ingesta de calorías y se logra una perdida de peso.

Diferencias con el ayuno intermitente

Se diferencia del ayuno intermitente en que esta rutina busca mantener el músculo y lograr un cuerpo fuerte. El objetivo no es solo adelgazar, sino que la perdida de grasa se mantenga en el tiempo.

Al ser un combinado de dos rutinas, se espera que los resultados se multipliquen. Sin embargo, no hay pruebas científicas que avalen este aumento de efectos. Tampoco de que ayuden a las personas con diabetes a controlar la insulina. Estas rutinas no pueden sustituir prescripciones médicas, por lo que es necesario consultar a un especista si se siguen con patologías.