Caminar por la playa para adelgazar: todos sus beneficios para el cuerpo

Son muchas las ganas que tiene la gente de escapar de la ciudad y disfrutar de las vacaciones. La mayoría desea con ansias coger el coche, el tren o el avión para ir a su playa favorita, conseguir el bronceado deseado y lucir looks estivales, como los que ha ido enseñando Amelia Bono estas últimas semanas.

Aparte de esos planes, podemos aprovechar y hacer ejercicio al mismo tiempo, con la arena bajo nuestros pies y las olas del mar refrescándonos. De manera inconsciente, estás ejercitando el cuerpo, y estos tiene muchos beneficios a la hora de perder peso.

Para empezar, estás en un sitio donde la tranquilidad y la paz te rodea. El aire fresco de la playa te da por el rostro y el cuerpo y puedes estar un buen tiempo caminando de punta a punta por la arena.

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También, de una forma u otra, estás perdiendo calorías, ya que tu cuerpo está realizando más esfuerzo que cuando caminamos sobre una superficie rígida. Es más, un estudio elaborado por la universidad de Berkeley dice que se puede llegar a gastar más calorías que haciéndolo sobre el asfalto.

Además, caminar por la playa supondría un ejercicio físico de bajo impacto. Es decir, cualquier persona, independientemente de la edad que tenga, puede hacerlo sin ningún problema. Da igual si tienes veinte años que cincuenta. No hay excusa que valga para vestir tu conjunto de deporte y salir a andar por la orilla de la playa.

Ayudar a sanar la mente

Nuestro cuerpo en general no solo sale beneficiado de los factores positivos de andar por la playa. Es bueno para la mente y no solo lo decimos nosotros. La ciencia avala este hecho, como los expertos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que dicen que nos ayuda a liberar el estrés, la ansiedad o cualquier tensión que tengamos acumulada.

No solo eso. Ayuda a incrementar nuestras relaciones sociales, puesto que es una actividad que se puede realizar en compañía. Así que, si prefieres pasear por la playa con tu amigo, pareja o familiar, proponle una hora y disfrutad de las vistas del mar con el cielo del atardecer (o amanecer) de fondo.

Una vez resumidos todos estos beneficios, ya puedes empezar a poner en práctica esta rutina tan seguida por muchos durante estos meses de verano. Eso sí, siempre con protección solar incluida y que tu piel esté igual de lista que tú para disfrutar de la arena y el agua.