¿Qué es el sharenting y los riesgos que tiene para tus hijos?

Hay comportamientos en las redes sociales que tenemos muy normalizados, sin embargo, esto no quiere decir que sean los correctos e ideales. Por ejemplo, que 8 de cada 10 bebés está en internet antes de cumplir seis meses o que se compartan imágenes que puedan dañar la seguridad de nuestros hijos no es lo más apropiado.

El uso de las redes sociales para compartir imágenes de nuestros hijos es algo muy extendido, pues los pequeños suelen ser una mina de likes. Esto se debe hacer de manera muy consciente y controlada, ya que puede conllevar riesgos para los más pequeños.

¿Qué es el sharenting?

Este concepto significa compartir la crianza, es decir, publicar en redes sociales el desarrollo físico y mental de los menores. Además, el sharenting conlleva hacer públicos datos de nuestros hijos como el colegio al que van o cuáles son sus rutinas diarias. Esto incluye la difusión de imágenes incluso de cuando los bebés aún no han nacido.

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El sharenting afecta a los menores, ya que gran cantidad de esas fotografías les resultan vergonzosas y les crean inseguridades. Además, sus propios compañeros de colegio son conscientes de ciertas intimidades que a los menores les resulta incómodo que se sepan. Por ejemplo, la forma en la que duermen o cuál es su muñeco infantil favorito.

¿Cuáles son los riesgos del sharenting para tus hijos?

El principal es la falta de privacidad. Antes de publicar una imagen se debería consultar al menor y hacerlo con control, ya que cada fotografia crea una huella digital de la que será complicado desprenderse en el futuro. Además, es una de las piezas del ciberbullying. Estas publicaciones pueden favorecer el acoso en redes sociales.

Otro de los riesgos es que utilicen las imágenes de los menores otras cuentas para publicidad o para estafar a otros usuarios. Esto es un delito, sin embargo, aunque les obliguen a borrar las fotografías, ya habrán recorrido internet. Por último, está el peligro de que adultos utilicen estas publicaciones con un fin sexual. Hay que tener mucho cuidado con no aumentar la vulnerabilidad de los niños y no dar datos que puedan utilizarse para ganarse la confianza de los pequeños.