¿Qué es la perimenopausia y cómo aliviar sus síntomas?

La perimenopausia no es otra cosa que una etapa más del ciclo vital de una mujer, igual que la pubertad, la edad fértil o la menopausia. En concreto, se trata de los años previos a la menopausia, durante los cuales se producen una serie de cambios que pueden afectar a la mujer en muchos ámbitos, tanto a nivel físico como psicológico y emocional.

Sin embargo, y aunque la premenopausia o perimenopausia sea algo que afecta a todas las mujeres, existe una gran falta de información al respecto, y esto puede interferir de manera negativa en la calidad de vida de la mujer.

En este período de transición a la menopausia se producen una serie de síntomas físicos que pueden llegar a ser muy molestos, entre los que destacan los sofocos, la fatiga, el insomnio y las alteraciones en el sueño, el aumento de la sudoración, en especial durante la noche, los cambios en la piel (que se afina y se vuelve más seca) y el cabello (que puede hacerse menos abundante al tiempo que aumenta el vello, sobre todo el facial). También el aumento de la grasa corporal (especialmente en la zona abdominal) y la sequedad vaginal, entre otros. Además, las reglas se suelen hacer más abundantes y es muy frecuente que los sangrados sean irregulares.

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Durante la perimenopausia disminuyen los niveles de dos hormonas, el estrógeno y la progesterona, que están muy relacionadas con el funcionamiento del cerebro y los neurotransmisores (que tienen mucho que ver con el estado de ánimo). Por eso, en los años de perimenopausia es muy habitual que las mujeres experimenten sensación de ansiedad, cambios de humor, irritabilidad (hasta un 70% de las mujeres las sufren) o, incluso, ira.

Hay, además, evidencias científicas que demuestran que las mujeres que han padecido síndrome premenstrual son más propensas a experimentar estos síntomas durante la perimenopausia.

Además, en la perimenopausia estos cambios hormonales pueden producir un sobrecargo en lo que los expertos llaman el eje HHS (hipotalámico-hipofisario-suprarrenal), HPA en inglés, un sistema neuroendocrino que mantiene conectado el cerebro con los ovarios y las glándulas suprarrenales, y que tiene mucho que ver con la respuesta al estrés, además de controlar procesos internos como el sistema inmunitario, la digestión, la sexualidad o el estado de ánimo. Por eso, es muy frecuente notar cambios en todos ellos en este período.

Sin embargo, no se le puede echar toda la culpa a la perimenopausia: en los años en los que suele darse, aproximadamente entre los cuarenta y los cincuenta, son frecuentes una serie de factores externos que también pueden afectar, y mucho, al estado de ánimo y a la salud mental de la mujer.

Entre ellos destacan la crianza de los hijos (por lo general, adolescentes o preadolescentes), la preocupación por los padres, que ya suman una edad considerable, y su cuidado; las exigencias laborales, la vida en pareja (si se tiene) y los problemas más habituales de esta. A todos estos factores externos se unen los síntomas físicos, haciendo que esta sea una etapa complicada para la mujer a todos los niveles.

¿Cómo podemos aliviar los síntomas de la perimenopausia?

Lo primero que hay que tener muy claro es que todos ellos tienen fecha de caducidad, y no durarán para siempre, por lo que no hay que desesperarse. También, que es algo absolutamente normal que le ocurre, en mayor o menor medida, a todas las mujeres. Y, por supuesto, saber que no es algo por lo que haya que sentirse culpable.

Partiendo de esto, para aliviar los síntomas de la perimenopausia en primer lugar tenemos que valorar si son graves, es decir, si afectan a nuestra vida diaria de una forma importante. En este caso, lo mejor es acudir al ginecólogo, ya que hay muchas terapias, tanto hormonales (que buscan equilibrar estos cambios que la mujer está sufriendo) como de otros tipos, así como suplementos vitamínicos y a base de minerales y otros micronutrientes que pueden mejorar o incluso hacer desaparecer los síntomas.

Si consideras que los tuyos, pese a ser molestos, están dentro de la normalidad, lo mejor que puedes hacer es intentar tomártelo con calma, e incorporar pequeños cambios en tu estilo de vida que te ayudarán a sentirte mejor. Tratar de ser resiliente te pondrá las cosas más fáciles. La meditación y el mindfulness, dos disciplinas para las que la aceptación y la observación sin juicios de uno mismo son clave, pueden ayudarte mucho en esta nueva etapa de tu vida.

Será vital, también, seguir una alimentación variada y equilibrada, para que no haya ninguna carencia a nivel nutricional. Practicar deporte de forma regular, aunque sea de forma suave, y tener un descanso adecuado harán el resto para que los síntomas de la perimenopausia sean más leves.