3 claves para educar a los hijos tras un divorcio según la terapeuta Nina Westbrook

Como explica la reconocida terapeuta Nina Westbrook en sus redes sociales, “La vida después del divorcio o la separación no tiene por qué ser un campo de batalla, y no se puede subestimar la importancia de una crianza compartida eficaz”, explica. “Cuando los padres se unen para priorizar el bienestar y la felicidad de sus hijos, puede prosperar un entorno enriquecedor donde el amor, el apoyo y la estabilidad”, incluso cuando los padres ya no son pareja.

Descubre las trs reglas de oro de Nina Westbrook para desarrollar estrategias efectivas de crianza compartida después del divorcio o la separación.

Comunicación con respeto

Para asegurar el bienestar de toda la familia, principalmente el de los niños, es fundamental que mantengas una comunicación abierta y fluida con tu ex sobre todo lo que tenga que ver con tus hijos. Y lo es más aún que la comunicación sea respetuosa en todas vuestras interacciones, especialmente si los niños están cerca.

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Los niños pueden sentirse sobrepasados cuando las decisiones de los adultos les afectan, o cuando se les pide opinión sobre algún tema, sobre todo cuando cada uno de sus padrespiensa de una manera. Esto puede provocar que sientan que tienen que ponerse de parte de uno de los dos.

Desarrolla un plan de crianza compartida

Según la terapeuta, también es muy importante planificar la crianza teniendo en cuenta, en primer lugar, las necesidades y rutinas de los niños (para fomentar la estabilidad), pero también las agendas de los padres.

Establecer límites

Para conseguir que las cosas funcionen, y que los niños lleven la separación lo mejor posible y no se encuentren con contradicciones o mensajes confusos, es muy importante establecer una serie de límites y respetar, asimismo, los de tu ex. El foco deberá ser, siempre, que la relación de los niños con cada uno de los progenitores sea lo más rica y positiva posible.

Por eso Nina Westbrook insiste en la importancia de una buena comunicación en la que los padres tomen las decisiones antes y las expliquen como algo hecho y consensuado, en lo que ambos están de acuerdo, a los hijos cuando haya alguna cuestión que les involucre.

En todo caso, piensa que cuando una pareja toma la decisión de separarse (o divorciarse), si hay niños de por medio las cosas han de hacerse, necesariamente, de la forma más cordial, civilizada y amistosa posible. De este modo será mucho menos traumático y más llevadero para ellos.