¿Normas para sus hijos o un cuartel militar? La lista de reglas de una madre que la gente no se puede creer

La convivencia diaria entre padres e hijos, especialmente con adolescentes, puede ser toda una odisea… y, por eso, muchos expertos en crianza recomiendan establecer una serie de normas, que pueden estar, incluso, escritas en alguna parte de la casa, que faciliten el control de las tareas y que no dejen lugar a duda.

Eso debería estar pensando una madre, presumiblemente de tres hijas, dos adolescentes, Nerea y Marta (porque pueden pasear al perro solas), y una más pequeña, Miriam, (a la que hay que ir a recoger), al establecer las normas de la casa, que una de sus hijas subía a TikTok y que se han hecho virales y han creado un intenso debate entre detractores y quienes las apoyan.

En su primera parte, la publicación establece siete normas. La primera de ellas dicta que cada hija tiene que dejar recogida su habitación los martes por la noche: “en caso contrario se cobrará el tiempo que la limpiadora pase recogiéndola a cada una de las inquilinas de la habitación no recogida”.

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La segunda norma es bastante clara, y no ha generado polémica, pues apela al sentido común: “Cada uno recoge el baño, de todo aquello que haya utilizado, siempre que lo utilice”. La tercera, una de las que más revuelo han creado en redes, establece que: “Cada mañana la abuela me manda una foto de la ropa que lleváis al colegio. Tal y como indican las normas del instituto, no se puede ver ropa interior”. Este punto 3 tiene una cláusula a tener en cuenta: “Si la ropa no es adecuada, no se saldrá el fin de semana de casa”.

La cuarta norma tampoco ha generado polémica, pues tan solo establece que cuando haya una salida familiar, todas las hijas deberán estar “preparadas, vestidas, peinadas y con todo lo necesario” a la hora que se indique.

Quinta y sexta establecen los turnos para sacar al perro, Yeti, entre las dos hijas mayores. La séptima dicta que “el día que no te toca sacar al perro, te toca recoger la cocina después de comer”.

A continuación, el documento deja claro que “el cumplimiento de estas normas te da derecho a tener una línea de móvil con llamadas ilimitadas y gigas pagadas, así como el acceso al wifi de casa ilimitado”, para después centrarse en el punto más delicado: el uso del móvil. La madre en cuestión establece el horario en el que sus hijas pueden utilizar el móvil de domingo a jueves y también viernes y sábados, y especifica el límite de tiempo de uso: 4 horas diarias entre semana, y dos más el fin de semana.

Acto seguido, se advierte que el no cumplimiento de las normas reducirá el tiempo de uso de móvil de esta manera: “una hora diaria por cada actividad no realizada adecuadamente, y se limitará el acceso a móvil por la noche en hora y media”. Para equilibrar la balanza, también se explica que “el cumplimiento de todas las normas, sin intervención materna o paterna, supondrá un aumento de una hora extra de móvil al día siguiente”.

El documento termina con el aviso de que “en casos extraordinarios se podrá eliminar la línea de móvil del proveedor actual, perdiéndose el número de móvil y no pudiendo tener otro hasta nuevas normas”, y con tareas adicionales que las hijas pueden realizar si quieren conseguir tiempo extra de móvil.