El método rucking, el sistema militar con el que adelgazar caminando

Si te encanta andar para mantener tu cuerpo en forma, te presentamos una manera de añadir algo de intensidad a tu ejercicio, sin correr ni forzar las articulaciones. Se trata del método rucking, una actividad que une cardio y fuerza, pero que resulta de bajo impacto si se la compara con actividades como correr, por lo que es apta para muchas personas que quieren practicar ejercicio de forma fácil y sencilla, incorporándolo a su rutina diaria.

El origen de este método surge del entrenamiento militar, con el que los reclutas se preparan físicamente para caminar largas distancias con una pesada mochila sobre sus hombros, en la que cargan todo el equipamiento necesario.

El rucking consiste en caminar con una mochila cargada con peso añadido, para sumar dificultad al hecho de andar como método de ejercicio, una rutina que hasta la presentadora Nuria Roca ha incorporado a su día a día, a pesar de sus difíciles horarios, eso sí, por ahora sin peso.

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Este tipo de entrenamiento es muy sencillo, lo puede realizar cualquier persona que se encuentre con una buena movilidad. El peso dependerá de la condición física de cada uno, pero los expertos recomiendan empezar poco a poco, no llevando más de un 10% de nuestro peso al comenzar.

El entrenador militar Stew Smith da buena cuenta de sus beneficios, porque permite trabajar prácticamente todo el cuerpo de una sola vez. A las piernas y los glúteos, se une la zona lumbar, el cuello y los hombros. Pero no únicamente, puesto que se hace cardio, desarrollando fuerza y mejorando la resistencia.

Se pone a trabajar al corazón y a los pulmones, llegando a realizar una actividad aeróbica de cierta intensidad, sin llegar a quedarnos sin aliento. Es importante tener cuidado con el exceso de peso o las caminatas demasiado largas, por el riesgo de sufrir alguna lesión. El calzado adecuado y un buen calentamiento son un buen truco, además del estiramiento posterior.

Puedes ir aumentando el peso de tu mochila poco a poco hasta acabar alcanzando el 25% de tu peso a tus espaldas. Una buena mochila con refuerzo hará que no sobrecargues la zona lumbar.