El ingrediente secreto típico del desayuno español que mejora la memoria

El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, apreciada por su aroma y sabor únicos, así como por su capacidad para proporcionar un aumento de energía. Pero, más allá de su capacidad para mantenernos despiertos, el café contiene una serie de compuestos bioactivos que han sido objeto de investigación en los últimos años, uno de los cuales es la trigonelina.

Así, a través de un estudio de la universidad de Tsukuba en Japón, publicado por la revista ‘Geroscience’, los científicos apuntan que la trigonelina posee propiedades muy buenas para nuestra salud. Concretamente, este compuesto, que está presente en el café en cantidades significativas, ha llamado la atención de los científicos debido a sus posibles efectos positivos en la mejora cognitiva y la prevención del deterioro cognitivo en la vejez.

¿Qué es la trigonelina?

La trigonelina es un alcaloide que se forma durante el proceso de tostado de los granos de café, y es responsable en gran medida del característico aroma del café recién hecho. Además de su papel en el aroma, la trigonelina ha demostrado tener propiedades interesantes en lo que respecta a la cognición.

En primer lugar, se ha observado que este compuesto tiene propiedades antioxidantes. Esto significa que puede ayudar a proteger las células cerebrales de los daños causados por los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento cerebral. Al reducir el estrés oxidativo en el cerebro, la trigonelina podría ayudar a preservar la función cognitiva a medida que envejecemos.

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María Serralta

Además de sus propiedades antioxidantes, la trigonelina también se ha asociado con un aumento en la liberación de dopamina y noradrenalina en el cerebro. Estos neurotransmisores desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, la atención y la concentración. Por lo tanto, la trigonelina podría contribuir a un estado de alerta mental mejorado y una mayor capacidad de concentración.

El estudio de la universidad de Tsukuba

El estudio anteriormente mencionado se realizó en ratones con senescencia acelerada (SAMP8). Tras 30 días en el que se les administró 5mg/kg diarios de trigonelina por vía oral, el estudio mostró que la administración de trigonelina mejoraba significativamente su capacidad de aprendizaje y memoria en la prueba del laberinto acuático de Morris. Es decir, su rendimiento en aprendizaje espacial y memoria había aumentado con respecto a los ratones que no tomaron trigonelina.

En cuanto al deterioro cognitivo relacionado con la edad, numerosos estudios epidemiológicos han examinado la relación entre el consumo de café y la reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Aunque los resultados son mixtos y todavía se necesitan más investigaciones, algunos estudios sugieren que el consumo moderado de café podría estar asociado con un menor riesgo de padecer estas enfermedades.

Alimentos en que tomamos este compuesto

La trigonelina está presente en el café, y los españoles somos una población altamente consumidora de esta bebida: el 84% de los españoles elige tomar en el desayuno, frente al 66% que lo hace en la sobremesa o el 51% que lo bebe a media mañana. Pero es que además de estar presente en el proceso por el que los granos se convierten en café, hay otros alimentos en los que podemos encontrar este compuesto altamente beneficioso para la memoria. La trigonelina se encuentra en ciertas verduras, como las semillas de alholva y el rábano.