Efecto Mozart, cómo la música ayuda a regular las emociones

Platón decía que la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo y Nietzsche opinaba que sin ella la vida sería un error. Y es que aunque no nos demos cuenta, la música está presente a lo largo de toda nuestra vida, y cada canción nos traslada a un momento concreto.

Seguramente alguna vez hayas escuchado una canción para evadirte, llorar, animarte, o simplemente para motivarte a salir de casa en un sábado en el que apetece más ver una película o un día que no tienes ganas de hacer deporte, ni mucho menos de limpiar la casa. La música ayuda a controlar las emociones y afecta a nuestra manera de desarrollarnos desde los primeros meses de vida, algo que se conoce como efecto Mozart.

Probablemente, a lo largo de los años, hayas oído hablar de la importancia de poner música clásica a los bebés, o incluso escucharla durante el embarazo, para mejorar las capacidades cognitivas del niño o niña.

Esto no es del todo cierto, pues no hay pruebas científicas que demuestren que se logre desarrollar una mayor inteligencia gracias a escuchar música. Los expertos relacionan el aumento de activación cerebral con efectos euforizantes provocados por algunas canciones, algo que también ocurre cuando se practica deporte o se lee un libro.

Beneficios de la música para la salud

Sin embargo, sí que tiene otros beneficios para la salud. Según algunos estudios, escuchar al compositor austriaco resulta terapéutico y ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

La musicoterapia, como nos referimos a los tratamientos que usan música para mejorar el estado emocional, ayuda a mejorar las funciones cognitivas, desarrollar la motricidad, reducir las enfermedades cardiovasculares o a incrementar las habilidades sociales. Además, reduce los síntomas de trastornos como la depresión, la demencia o la esquizofrenia. Estos beneficios aumentan cuando desde niño se toca un instrumento, ya que motiva, aumenta la creatividad y estimula intelectualmente.

Otra de las características de la música son sus beneficios en la memoria. Según un estudio de la Universidad Abierta de Cataluña, escuchar música clásica de fondo mientras se hacen ejercicios de retentiva no mejora ni tampoco empeora el nivel de aprendizaje de las personas con deterioro cognitivo leve, pero, escuchar una melodia más activadora sí que podría tener un efecto positivo en personas que estén acostumbradas a utilizar la música como regulador emocional en su día a día.

Si las personas utilizan habitualmente la música para ayudarse en el control de sus emociones, será más fácil que puedan conseguir un nuevo beneficio de las armonías cuando tengan que hacer nuevos aprendizajes. Para estos estudios se utiliza la música clásica porque al no tener letra no aporta nueva información verbal, además es relajante y activadora. Sin embargo, los resultados mejoran con música popular.

Los científicos buscan que la música mejore la concentración de los enfermos de Parkinson y ya se ha demostrado que las personas con demencia tardan más en olvidar las canciones que otros conceptos. Por ello, es importante escuchar melodías desde niños y apoyarnos en ellas siempre que sea necesario.