¿Qué es el birdboxing? La nueva frase de moda en las parejas, que tu abuela ya conocía

Las nuevas generaciones le ponen nombres nuevos a situaciones que están más que inventadas, es este caso. Ahora la generación Z llama birdboxing a lo que toda la vida hemos llamado el amor es ciego. Su nombre se debe a la película de Sandra Bullock en la que tenía que vendarse los ojos, al igual que a sus hijos, para sobrevivir. Una ficción llamada en inglés 'Bird Box' que triunfaba hace cinco años en Netflix y que ha dado origen a este término que se suma a otros como ghosting, negging, daterview o hardballing.

El término birdboxing hace referencia a lo que nuestras abuelas ya sabían, que cuando nos enamoramos no vemos los defectos del otro y estamos como ciegos. La psiquiatra Marian Rojas explica cómo en la fase de enamoramiento, la parte del cerebro llamada corteza prefrontal, que se encarga de la razón, se desactiva. Por eso no somos capaces de analizar las cosas negativas de la otra persona.

Cuando estamos fuertemente enamorados tendemos a maximizar lo positivo y a minimizar lo negativo. Esta fase llega a su fin en algún momento y es cuando la razón nos dice que la persona con la que estamos no es perfecta y también comete errores. Es humana y tiene defectos, en definitiva.

Durante el enamoramiento se producen todos los mitos del amor romántico, cuando creemos que la persona de la que estamos enamorados es el amor de nuestra vida y estaremos siempre juntos. Muchos psicólogos indican que en esta fase tendemos a pasar por alto los defectos del otro y llevamos algo así como una venda en los ojos que nos impide ver las partes negativas de nuestra pareja.

A la hora de encontrar pareja o incluso de buscarla es importante entender que no hay nadie perfecto y que esa idealización que nos hace ciegos temporalmente es fruto de la química que afecta a nuestra mente. Marian Rojas recomienda que siempre nos planteemos si esa persona nos conviene. Además, indica que debemos pensar si nos da cierta estabilidad y a preguntarnos si tenemos el mismo proyecto de vida. También nos recomienda que nos preguntemos si nos saca lo mejor de nosotros mismos y si nos hace ser mejor persona.

No tiene nada de malo sufrir una fase de birdboxing o estar ciego de amor, siempre y cuando no nos meta en muchos líos. Supone una fase más del amor de pareja y cuando se acaba normalmente se produce una ligera crisis, pues al terminar esa idealización del otro debemos decidir si nos gusta lo que vemos o no en nuestra pareja. Una fase que se conoce como de decepción o desencanto que, según la psicóloga María Esclapez sucede "cuando nos quitamos las gafas del enamoramiento y nos damos cuenta de la ceguera que nos producía ese subidón y cóctel de sustancias".