Otros beneficios de salir a caminar que no son los que ya conoces y que te ayudarán a decidirte sobre este ejercicio

Hemos hablado largo y tendido sobre los beneficios de salir a andar frecuentemente a buen ritmo, un deporte que suma cada vez más adeptos, como es el caso de la presentadora Nuria Roca. No es la única, pues cada vez más, este deporte suma seguidores, que aumentan cada día.

A su reducción de los niveles de azúcar en sangre, la mejora de la circulación sanguínea, la aceleración del metabolismo, que nos ayuda a facilitar la digestión y a perder peso, la reducción del estrés que nos ayuda a dormir mejor o la mejora anímica que producen las endorfinas, se unen unos beneficios que desconocíamos hasta ahora.

Se trata de la mejora de la cognición social que, según explica el neurocientífico E. Paul Zehr, “incluye la capacidad de reconocer emociones derivadas de ver y oír, la regulación emocional y el reflejo al empatizar con los demás”. Un ejercicio que podemos hacer gratis a cualquier hora del día y que nos ayuda en nuestras relaciones sociales, además de los logros académicos y profesionales.

Caminar a buen paso es una ayuda importante para mantener una salud mental estable. Según un estudio publicado en la revista ‘Exercise and Sport Sciences Reviews’, los investigadores creen que la oxitocina de una actividad física regular contribuye a mejorar la cognición social, sensible a actividades de resistencia y aeróbicas.

Por eso el ejercicio afecta directamente a nuestro cerebro, de tal manera que salir a caminar durante un tiempo determinado y a un ritmo intenso no deja de sumar beneficios, puesto que los investigadores de este estudio han explicado que “la actividad física y el ejercicio tanto intenso como prolongado tienen el potencial de beneficiar las capacidades cognitivas sociales como el reconocimiento y regulación de las emociones”.

Aunque no conociéramos el significado de estas palabras, sí sabíamos que caminar refuerza no solo nuestra salud mental y física, sino también emocional. Pues tras una caminata nos sentimos mejor y somos capaces de liberarnos del estrés del día a día, durmiendo mejor y relacionándonos mejor con nuestro entorno. La empatía, tan necesaria en nuestra sociedad, tiene un aliado más: la práctica de ejercicio como andar regularmente.