Estos son los problemas que acarrea comer rápido: 5 estrategias psicológicas para comer despacio

¿Cuánto tiempo dedicas cada día a comer? Si nunca te has parado a pensarlo, deberías hacerlo, puesto que alimentarnos con prisa puede generar problemas de salud. Además, puede implicar tomar más alimento del que necesitamos y, por tanto, complica la pérdida de peso.

Comer no es solo una necesidad, sino que también un placer, por lo que debemos dedicarle el tiempo necesario para poder saborear bien los alimentos y masticarlos de la forma correcta. Esto nos ayudará a adelgazar y a prevenir enfermedades facilitando la digestión. Si no sabes cómo tardar más en comer, te mostramos 5 estrategias psicológicas para tomártelo con más calma.

Comer rápido puede generar digestiones pesadas, acidez, gases, dolor de tripa, diarreas y estreñimiento, entre otros problemas de salud. Sin embargo, este error tan común tiene una solución muy sencilla, pensar antes de tragar. Con pautas psicológicas podemos ampliar el tiempo que dedicamos a este hábito para evitar estos malestares y disfrutar de la alimentación.

En primer lugar, hay que dejar más espacio entre bocado y bocado. Esto se consigue posando los cubiertos encima de la mesa mientras masticamos, para volver a cogerlo después de tragar. Además, Alberto Soler recomienda pensar en el número de veces que masticamos, para darnos cuenta de que en muchas ocasiones no lo hacemos las veces necesarias.

Disfrutemos de la comida, dedicándola más tiempo, o al menos sin intentar reducir los minutos que tardamos en alimentarnos. Debemos conversar con el resto de comensales para alargar el proceso. De esta manera se convertirá en un rato agradable que no querremos finalizar.

Además, se recomienda disminuir la cantidad de comida que tomamos en cada bocado, no es necesario llenar la boca en exceso. Para ello podemos usar cubiertos más pequeños. También, es importante no comer con las manos, ya que tardaremos menos que usando los utensilios y nos ganará la ansiedad por acabar.

Mediante estas cinco estrategias comeremos más despacio, siendo capaces de percibir mejor el estado de saciedad, y ayudándonos a conocer las cantidades de comida que necesitamos realmente. Además, evitaremos problemas de salud y mantendremos mejores hábitos alimenticios.