Los 3 secretos de psicología para que tus hijos te cuenten sus problemas y preocupaciones, según Álvaro Bilbao
El experto comparte tres claves para conseguir que los niños se abran y cuenten qué les ocurre o qué les preocupa
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Crear un clima de confianza y seguridad en casa, en el núcleo familiar, es una tarea de vital importancia para que la relación con nuestros hijos sea fluida, sincera y funcione. Si contamos con un ambiente de confianza, será mucho más fácil que se abran a nosotros, y nos cuenten sus problemas, los asuntos que les quitan el sueño, o que nos pidan consejo ante una situación que les genera dudas.
Algo a lo que, en ocasiones, no se atreven por diferentes motivos, como desvela Álvaro Bilbao. Puede que sea porque “sienten vergüenza, porque no sienten la confianza suficiente para abrirse a un adulto, o simplemente porque están abrumados por sus problemas”, explica el experto.
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Sin embargo, hoy te presentamos tres estrategias de psicología para que los niños nos cuenten sus problemas que Álvaro Bilbao ha compartido, y que te pueden ser de mucha utilidad para conseguir que tus hijos se abran. La primera de todas es darle libertad. “Simplemente dile: noto que te ocurre algo y me gustaría ayudarte, pero entiendo que puedes necesitar tu tiempo”. Según el experto, pocas cosas ayudan tanto a un niño a abrirse como sentir que sus padres le dan espacio y confían en él.
La segunda es contarle cómo te sentiste tú en una situación similar: si sospechas de dónde vienen los problemas, háblale de ti. “Siempre es más sencillo conectar con una persona que ha pasado por problemas similares que con un padre o madre que nos puede juzgar, o parece saber todas las respuestas”, asegura.
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La tercera estrategia que propone Álvaro Bilbao, y que según afirma, es su favorita, es salir a dar un paseo juntos. “Para un niño es mucho más sencillo hablar de lo que le pasa cuando camina lado a lado con otra persona, está relajado y se siente acompañado que cuando se encuentra sentado, frente a frente, con un adulto, en una habitación cerrada”, explica.
Otras opciones, en lugar de salir a dar un paseo, sería ponerse a hacer una actividad con el niño, ya sea cocinar, dibujar o jugar a un juego: cualquier cosa que le haga tener las manos ocupadas y que os permita sentaros lado a lado y conectar le ayudará mucho a abrirse, explica. El experto asegura, asimismo, que muchas veces lo que mejor funciona es combinar las tres estrategias, y anima a probarlas la próxima vez que surja la oportunidad.
Crear un clima de confianza y seguridad en casa, en el núcleo familiar, es una tarea de vital importancia para que la relación con nuestros hijos sea fluida, sincera y funcione. Si contamos con un ambiente de confianza, será mucho más fácil que se abran a nosotros, y nos cuenten sus problemas, los asuntos que les quitan el sueño, o que nos pidan consejo ante una situación que les genera dudas.