El alimento que te ayuda a adelgazar y a bajar el azúcar, y que seguro ya tienes en tu cocina

Utilizado en la medicina tradicional, especialmente en los países asiáticos, desde hace miles de años, el jengibre es una planta originaria del sudeste asiático muy apreciada por su sabor, con un toque picante, de la que consumimos la raíz.

Pero además de tener un sabor delicioso y muy característico, el jengibre es apreciado por sus propiedades nutricionales: es muy rico en minerales como el calcio, el sodio, el potasio y el fósforo; así como en algunas vitaminas, en especial la C, la B2, la B3 y la B6.

Sin embargo, sus beneficios no acaban aquí. El jengibre cuenta, gracias a uno de sus componentes, el aceite esencial de gingerol, con interesantes propiedades medicinales, que hacen que sea una gran opción para alegrar tus platos y darles un plus para tu salud. Por un lado, ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre al tiempo que aumenta los de insulina (por este motivo es muy importante, en caso de tener diabetes, consultar con el médico antes de incorporarlo en nuestra dieta).

Por otro, tiene un efecto termogénico, lo que supone que activa el metabolismo, estimulando la quema de calorías, por lo que resulta un potente aliado para adelgazar. Más aún si tenemos en cuenta su efecto antiinflamatorio, así como su capacidad para estimular la sensación de saciedad, y, por tanto, controlar el apetito.

Recientes investigaciones han demostrado que incluir jengibre en el desayuno puede reducir el hambre, y, por tanto, la ingesta de alimentos, así como incrementar la sensación de saciedad, de estar lleno. Sin embargo, a la hora de adelgazar no existen los milagros, y ningún alimento, por sí solo, va a hacernos adelgazar. Para conseguir realmente resultados será necesario incorporarlo en nuestra alimentación, pero seguir, al mismo tiempo, una dieta hipocalórica y otros hábitos que favorezcan la pérdida de peso, entre los que no puede faltar una vida activa y hacer ejercicio de forma regular.

Si lo incorporamos en nuestros platos, especialmente en el desayuno, o lo añadimos a infusiones, tendremos un potente aliado a la hora de perder peso. Eso sí: para que realmente haya resultados notables, deberemos cuidar la alimentación, y al mismo tiempo, evitar lo más posible las bebidas azucaradas, la bollería y los productos industriales.