¿Qué vitamina ayuda a prevenir los problemas musculares y en qué alimentos tomarla?
Prevenir las molestias y los dolores musculares es mucho más sencillo de lo que piensas: solo tienes que asegurarte de que no te falte esta vitamina
Las molestias y dolores musculares son una de las patologías más habituales en el día a día de los adultos, así como los articulares. Mucho más aún a medida que los años pasan, vamos envejeciendo, y empiezan a aparecer las molestias asociadas a la edad.
Sin embargo, la ciencia ha demostrado que es posible prevenir el deterioro muscular y los problemas asociados a él de la forma más sencilla: manteniendo unos niveles adecuados de vitamina D, además de siguiendo un estilo de vida activo con ejercicio regular, y llevando una alimentación saludable y equilibrada.
Lo que en términos médicos se conoce como dinapenia no es otra cosa que la pérdida de fuerza muscular, algo de lo que el proceso natural de envejecimiento es el principal motivo. Sin embargo, es posible retrasar lo más posible su aparición, o incluso evitar que llegue a darse, siguiendo un estilo de vida consciente y orientado, entre otros objetivos, a fortalecer la musculatura. Y es que mantener el sistema musculoesquelético en buen estado es una de las principales claves para envejecer mejor.
Se ha demostrado que mantener unos niveles adecuados de vitamina D es muy importante, especialmente en el caso de las mujeres, no solo para la salud ósea, sino también a nivel muscular. Sin embargo, la vitamina D tiene una particularidad: nuestro cuerpo solo es capaz de sintetizarla a través de la exposición a la radiación solar, por lo que los expertos aconsejan tomarlo, siempre con la protección adecuada, unos 20 minutos al día.
Podemos obtener la vitamina D a través de dos fuentes: una es la alimentación, y otra, los suplementos o complementos nutricionales (que siempre debe pautar un profesional médico). En lo que se refiere a la alimentación, podemos encontrar vitamina D en los pescados grasos, como el atún, el salmón, la trucha, la caballa o la sardina; así como en los aceites de hígado de pescado: son algunas de las mejores fuentes naturales de vitamina D, que también está presente en la leche y los lácteos, quesos incluidos.
Otros alimentos que contienen cantidades considerables de vitamina D son la casquería, especialmente el hígado, así como la yema de huevo, los champiñones, el aguacate y algunos cereales. También la encontramos en frutos secos como las almendras y las nueces, y semillas como las de lino y girasol.
Las molestias y dolores musculares son una de las patologías más habituales en el día a día de los adultos, así como los articulares. Mucho más aún a medida que los años pasan, vamos envejeciendo, y empiezan a aparecer las molestias asociadas a la edad.