Por qué es contraproducente aparentar estar siempre bien delante de tus hijos, según el psicólogo Álvaro Bilbao

Muchas veces los padres queremos dar una idea a nuestros hijos de que somos fuertes y podemos con todo, queremos que nos vean felices y no nos vean sufrir para no preocuparles. Pero la realidad es que, muchas veces, los padres también nos sentimos infelices, hemos tenido un mal día o tenemos problemas que nos angustian.

El psicólogo Álvaro Bilbao, experto en crianza positiva, ha explicado en su pódcast ‘Sin manual de instrucciones’, que qué mensaje creemos las madres que estamos transmitiendo a nuestros hijos si siempre estamos a tope, alegres, con energía y con ganas de comernos el mundo.

Una pregunta que le servía a su interlocutora, Leticia Domenech, una madre que se siente mal y siente que defrauda a sus hijas por ello, para reflexionar: “Que no te puedes caer”, respondía pensativa. Efectivamente, el neuropsicólogo cree que si siempre nos mostramos felices y no vulnerables, entenderán nuestros hijos que no es lícito que lo puedas pasar mal o que siempre hay que estar resplandeciente y eso no es la realidad de nadie.

Porque todas las personas tenemos días o épocas mejores y otras peores. Es evidente que si estás pasando un periodo complicado de tu vida, no estés en tu mejor momento personal y te muestres decaída. Todas las emociones son lícitas y no debemos enseñar a nuestros hijos a reprimirlas, sino a gestionarlas. Pues deben vivirlas según las sienten, también la tristeza o el enfado, la rabia, la decepción.

No podemos mostrarnos felices si estamos viviendo un duelo, ya sea por la muerte de un ser querido o por un divorcio. Ellos entienden que las cosas nos afectan y es bueno que sepan que somos humanas, porque esto nos acerca más a ellos de lo que creemos, puesto que sentirán que no somos perfectas y vivimos emociones que ellos también viven.

Como afirma este experto y padre de tres hijos: “A mí me gusta recordar a los padres y madres que tus hijos no quieren tu mejor versión. Te quieren a ti”, porque eres su madre o su padre. Daba las gracias a Leticia por poner palabras a lo que tantos otros padres hemos sentido en muchas ocasiones.