Los ejercicios para un vientre plano que están de moda entre las japonesas

Si has comenzado el año con el propósito de hacer más deporte y encontrarte mejor físicamente, las técnicas japonesas te lo ponen muy fácil. Solo necesitas una toalla y algunos minutos para ejercitar los músculos abdominales. Entre los ejercicios más virales provenientes de Japón se encuentran un ejercicio de toalla que puedes hacer en tan solo cinco minutos. Conocida como el ejercicio de toalla japonés contraerás los músculos sin mover ninguna articulación, consiguiendo un vientre más plano y reduciendo cintura.

Coge una toalla y enróllala. Siéntate en el suelo con las piernas estiradas hacia delante, manteniendo los pies con una separación de unos 20 centímetros. Coloca la toalla detrás de tu espalda y túmbate bocarriba con la toalla por debajo de la cintura. Tienes que intentar acercar los dedos de los pies manteniendo la distancia de los talones, de forma que tus pies queden en diagonal.

Eleva los brazos mientras tanto por encima de la cabeza, casi tocando el suelo con las palmas hacia abajo. Después, junta los dedos meñiques de ambas manos mientras pones los dedos de los pies hacia dentro hasta que se junten. Permanece en esta posición durante cinco minutos.

La técnica de la respiración larga de Ryosuke consigue también un vientre plano y en Japón recomiendan repetirla el máximo de veces posible durante diez minutos. Tienes que colocarte de pie, con una pierna hacia delante y la otra hacia atrás, estirando glúteos y poniendo el peso sobre el pie trasero. Levanta los brazos por encima de la cabeza e inhala lentamente durante tres segundos. Exhala con fuerza durante siete segundos tensando todos los músculos del cuerpo y repite.

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I. G.

Por último, te recomendamos el método Sakuma, que debe su nombre a su creador, Kanichi Sakuma. Sirve para corregir la postura de la espalda en tu día a día, para lograr una pérdida eficaz de peso y tonificar la zona del abdomen, los muslos y los glúteos. Para realizarla, túmbate boca abajo con las manos detrás de la nuca y los codos estirados.

Coloca la barbilla de forma que casi toque el cuello y cruza las piernas a la altura de los tobillos. Levanta las piernas y la cabeza a la vez, manteniéndolas elevadas durante diez segundos y repítelo tres veces. Prueba a hacerlo también sin cruzar las piernas, sino presionándolas una contra otra. Después, dobla las piernas y crúzalas por los tobillos, de forma que las pantorrillas queden perpendiculares a los muslos, levanta diez segundos hasta tres veces.

Ya sentado en una silla, baja los hombros todo lo que puedas manteniendo la espalda recta, al tiempo que levantas una pierna haciendo presión sobre las caderas. Mantén la pierna levantada tres segundos y altérnala con la otra, repite diez veces. Por último, ponte de puntillas y entrelaza los dedos de tus manos, extendiendo hacia arriba tus brazos. Baja y ponte de cuclillas, mantén esta posición tres segundos y repite hasta 20 veces.