Ni comer ni hacer ejercicio: 5 cosas para mejorar tu estado de ánimo

Es fundamental llevar una dieta saludable y practicar ejercicio, algo que influye directamente en nuestro bienestar. Pero no es lo único que podemos hacer cuando nos sentimos alicaídos. El médico Michael Mosley ha explicado en el programa de BBC Radio 4, ‘Just one thing’, algunas otras propuestas para vivir mucho más felices.

Entre ellas, se encuentra escribir, porque cuando tenemos muchas cosas en la cabeza, podemos reducir el estrés y los pensamientos negativos simplemente plasmando nuestras ideas en un papel. De esta forma sacamos las experiencias más perturbadoras fuera de nosotros.

Además, es bueno dejar a un lado el teléfono móvil, que en exceso puede afectar no solo a tu descanso, sino también a tu salud mental. Con reducir una hora al día nuestro uso del móvil, según un estudio hecho en Alemania, ya nos sentiremos mejor y menos ansiosos.

Puedes decorar tu casa con plantas, lo que mejora la calidad del aire e influye en tu productividad, memoria y, en definitiva, tu bienestar. Nos aportan calma y concentración. También podemos cantar, porque al hacerlo liberamos una gama de sustancias químicas que contribuyen a nuestra felicidad. Liberamos endorfina, dopamina, serotonina y oxitocina al cantar, por lo que aquello que dice el refrán de que quien canta su mal espanta, está en lo cierto.

Mostrar gratitud es otra de las recomendaciones de este doctor y comunicador, quien cree que no solo te hará sentir mejor, sigo que puede lograr que reconfigures el cerebro, de forma que haya una mayor activación de la corteza prefrontal, asociada a la toma de decisiones y la recompensa social. Pensar en tres cosas en las que estés agradecido puede determinar un proceso que vaya de lo negativo a lo positivo.

Además de estos cinco consejos, también recomienda aprender una nueva habilidad. Porque aunque pueda parecer que aumente tu nivel de estrés, es una de las formas más efectivas de reducirlo y volver a equilibrar tu cuerpo, calmándolo. Al concentrarnos en algo, entramos en el llamado estado de flujo o de zona, tranquilizando a nuestro lóbulo frontal.