¿Sufres onicofagia por estrés? El hábito que deforma tus uñas (y las de Pedro Sánchez)
Morder tus uñas puede tener efectos negativos para la salud y se puede dar en diferentes niveles según el grado de afección que tenga la persona por este hábito tan poco sano
La onicofagia, también conocida como el hábito de morderse las uñas, es un comportamiento común que puede surgir como respuesta al estrés, la ansiedad o incluso el aburrimiento. Normalmente, suele aparecer en la niñez y en la adolescencia y tienda a desaparecer en la edad adulta. La persona que sufre este hábito incontrolable suele morderse las uñas a todas horas y sin poder evitarlo. Este hábito puede ser más que una simple molestia estética, ya que puede tener efectos negativos y significativos en la salud y, por ende, en la apariencia de las uñas.
De hecho, puede llegar a provocar múltiples lesiones físicas como problemas en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, afectación por hongos o bacterias e incluso la elevación de los bordes laterales de los dedos. En los casos más graves, quien sufre onicofagia pueda llegar a perder la uña.
Pero este hábito está más asociado a la psicología de lo que a priori se pudiera pensar. Es más, la palabra onicofagia se incluye dentro de los trastornos de tipo obsesivo-compulsivo de la Asociación Americana de Psiquiatría. Suele ser la forma que tienen muchas personas para lidiar con el estrés y la ansiedad. Este comportamiento puede proporcionar una sensación de alivio temporal similar a otros hábitos como morderse los labios o las mejillas y que se realizan sin que el individuo pueda controlarlo.
El estrés crónico o situaciones de alta presión pueden desencadenar este hábito, ya que las personas buscan una forma rápida de liberar la tensión acumulada. Además, factores emocionales como la preocupación, la frustración o el nerviosismo pueden contribuir a la aparición de la onicofagia. Es por eso que para intentar frenar estos hábitos, los expertos recomiendan aprender a gestionar las emociones que provocan este deseo impulsivo, adquirir técnicas de relajación para sustituir el hábito de morderse las uñas y crear otros más saludables en su lugar.
Pedro Sánchez sufre este mal hábito
“Las yemas son redondas, redondísimas, y sus uñas dejan de crecer a mitad de falange, sobresaliendo encima demasiados milímetros de carne” dicen desde un artículo publicado en ‘El Mundo’ sobre las manos del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.
Así mismo, en ese mismo artículo especifican que el líder del PSOE parece morderse las uñas desde niño, pues según una experta, la forma de sus dedos le delatan. “Por lo que se observa en las manos de Sánchez, padece onicofagia nivel moderado, ya que por la forma de sus dedos se nota que se muerde las uñas posiblemente desde niño”, deslizan desde el mencionado medio.
¿Cómo afecta a tus uñas?
Más allá de casos como el de Pedro Sánchez, la onicofagia por estrés puede tener varios efectos negativos para la salud y la apariencia de las uñas y se puede dar en diferentes niveles según el grado de afección que tenga la persona por este hábito tan poco saludable.
- Daño estructural: Morderse las uñas puede causar daños en la estructura de las uñas, debilitándolas y haciéndolas más propensas a romperse o astillarse.
- Infecciones: Al morderse las uñas, es posible introducir bacterias y otros patógenos en la piel alrededor de las uñas, aumentando el riesgo de infecciones. Las heridas abiertas causadas por esta manía incontrolada pueden ser susceptibles a infecciones bacterianas o fúngicas.
- Deformidades: La onicofagia prolongada puede provocar deformidades permanentes en las uñas, como irregularidades en la forma o el crecimiento. Esto puede afectar la apariencia estética de las uñas y causar molestias físicas.
- Dolor y sensibilidad: Morderse las uñas puede causar dolor e irritación en los dedos y las uñas, especialmente si se realiza de manera compulsiva o excesiva. La piel alrededor de las uñas también puede volverse sensible debido al trauma repetido.
¿Cómo evitar la onicofagia por estrés?
Aunque es cierto que puede ser difícil romper el hábito de morderse las uñas, especialmente en situaciones de estrés, existen estrategias que pueden ayudar. Lo primero es identificar desencadenantes. Es decir, reconocer las situaciones o emociones que hacen que la persona tenga el impulso de morderse las uñas puede ser el primer paso para abordar el problema. Esto puede ayudar a encontrar formas alternativas de lidiar con el estrés, como la meditación.
Además, mantener las uñas cortas y limpias puede reducir la tentación de mordérselas. También se pueden aplicar productos específicos de sabor amargo o vendajes en las uñas para reducir el deseo en la persona. Por último, hablar con un terapeuta puede ser útil para abordar las causas subyacentes del estrés y la ansiedad, así como para desarrollar estrategias más saludables de afrontarlo.
La onicofagia, también conocida como el hábito de morderse las uñas, es un comportamiento común que puede surgir como respuesta al estrés, la ansiedad o incluso el aburrimiento. Normalmente, suele aparecer en la niñez y en la adolescencia y tienda a desaparecer en la edad adulta. La persona que sufre este hábito incontrolable suele morderse las uñas a todas horas y sin poder evitarlo. Este hábito puede ser más que una simple molestia estética, ya que puede tener efectos negativos y significativos en la salud y, por ende, en la apariencia de las uñas.
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