5 hábitos para mantener a raya el cortisol y hacer que la hormona del estrés juegue a tu favor
Una serie de pasos sencillos en el día a día pueden hacer que esta hormona no suponga un problema
El cortisol, conocido como la hormona del estrés, tiene mala fama porque lo asociamos con sensaciones negativas. Sin embargo, tanto el cortisol como el estrés son necesarios en nuestro día a día. Ambos nos permiten mantener un tono vital sano a lo largo de la jornada, activando nuestro cuerpo y nuestra mente. El cortisol es esencial en la regulación de los ritmos circadianos, y el estrés saludable nos ayuda a sentirnos más confiados y capaces de enfrentar situaciones desafiantes.
El cortisol se activa cuando estamos expuestos a una situación de lucha o huida. Todos enfrentamos este tipo de situaciones diariamente, generando estrés agudo, episódico o crónico. Una liberación equilibrada de cortisol es buena y normal. Este juega un papel central en varias funciones corporales, desde regular el metabolismo hasta controlar la presión arterial y actuar en procesos inflamatorios. La clave está en mantener niveles saludables de cortisol, ya que tanto un exceso como una deficiencia pueden ser perjudiciales, como lo demuestran investigaciones de la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital McLean.
Hoy en día, vivimos intoxicados de cortisol debido al estrés crónico, traumas sin resolver, y personalidades inseguras o perfeccionistas. La psiquiatra Marian Rojas Estapé explica que esta hormona se activa tanto por situaciones reales como por estados de alerta mentales, preocupaciones y miedos. Nuestro cuerpo y mente no distinguen lo real de lo imaginario, lo que puede llevar a una constante elevación de cortisol y, por ende, a diversos problemas de salud. El estrés se ha convertido en uno de los principales problemas de la sociedad actual, afectando nuestra salud física y mental. Mantener niveles de cortisol sanos es crucial para nuestro bienestar. Aquí te presentamos cinco hábitos que te ayudarán a lograrlo:
A lo largo del día, busca momentos para reequilibrarte interiormente. La práctica de ejercicios de relajación como la respiración abdominal profunda, la visualización de escenas tranquilas y la meditación puede ser muy beneficiosa. Estos ejercicios ayudan a reducir el estrés y equilibrar los niveles de cortisol. El ejercicio moderado es una manera perfecta de liberar el estrés acumulado. Actividades como caminar, el yoga, el tai chi y el qi gong combinan movimientos fluidos con atención a la respiración profunda y concentración. El ejercicio regular no solo mejora la salud física sino también ayuda a controlar el cortisol.
Las personas que disfrutan de relaciones cercanas con familiares y amigos y reciben apoyo emocional en momentos difíciles sobrellevan mejor el estrés crónico. Las relaciones sanas aumentan la liberación de oxitocina, una hormona que disminuye el cortisol. Fomentar conexiones sociales es vital para el bienestar emocional. Dormir lo necesario es fundamental para equilibrar los niveles de cortisol. Esta hormona es clave en la regulación de los ritmos circadianos, permitiéndonos levantarnos activos por la mañana y acostarnos cansados y relajados por la noche. Un sueño adecuado es esencial para mantener el equilibrio hormonal.
Las investigaciones relacionan los altos niveles de cortisol con el consumo de comida rápida y alimentos procesados ricos en grasas y azúcar. Opta por una alimentación mediterránea y trata de comer con calma, disfrutando del proceso. Una dieta equilibrada puede ayudar a mantener los niveles de cortisol bajo control. Implementar estos hábitos en tu vida diaria puede ayudarte a mantener el cortisol bajo control y aprovechar sus beneficios sin sufrir sus efectos negativos. Cuidar tu salud mental y física a través de pequeñas pero significativas acciones es la clave para una vida equilibrada y saludable.
El cortisol, conocido como la hormona del estrés, tiene mala fama porque lo asociamos con sensaciones negativas. Sin embargo, tanto el cortisol como el estrés son necesarios en nuestro día a día. Ambos nos permiten mantener un tono vital sano a lo largo de la jornada, activando nuestro cuerpo y nuestra mente. El cortisol es esencial en la regulación de los ritmos circadianos, y el estrés saludable nos ayuda a sentirnos más confiados y capaces de enfrentar situaciones desafiantes.