Descubre cómo hablar con tu hijo sobre las infecciones de transmisión sexual

Mantener conversaciones con los hijos sobre ciertos temas no es nada sencillo, en concreto si esos temas hacen referencia a la sexualidad. Pero es esencial que los padres rompan ese tabú y hablen abiertamente con sus hijos sobre sexo y sobre las infecciones de transmisión sexual que pueden contraer si no hacen un buen uso de los métodos anticonceptivos.

Las ITS son cada vez una preocupación mayor en los centros de salud de nuestro país, ya que los adolescentes cada vez se inician más temprano en las prácticas sexuales y la mayoría no están correctamente informados de los daños que puede generar en su salud contraer una de estas infecciones. Por ello, es imprescinidible generar un ambiente de confianza en casa para que los hijos puedan recurrir a sus padres ante ciertas dudas sobre este tema.

Elegir el momento adecuado para este tipo de conversaciones es vital, crear un ambiente tranquilo y sin distracciones, o aprovechar un paseo puede facilitar que todos nos sintamos cómodos para encarar este tipo de conversación. A la hora de hablar lo mejor es utilizar un lenguaje claro y directo para explicar qué son las ITS, cómo se transmiten y cómo se pueden prevenir.

Fomentar preguntas sobre el tema también es otro aspecto clave a tener en cuenta, y es que, si animamos a nuestros hijos a expresar sus dudas y les respondemos sin emitir juicios de valor, estaremos fortaleciendo la comunicación y la confianza necesarias para tratar estos temas en el futuro. Ayudarse de libros, artículos o vídeos también puede ayudarnos a reforzar la información que queremos transmitirles.

Hablar sobre el consentimiento y el respeto es igual de importante que mantener una conversación acerca de las ITS. Que nuestros hijos comprendan la importancia en torno al consentimiento mutuo y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás, es crucial para mantener relaciones seguras, sanas y funcionales.

Debemos tener en cuenta que hay que adaptar el mensaje a la edad y a la madurez del hijo, ya que los adolescentes pueden entablar conversaciones más detalladas, mientras que los más pequeños necesitan explicaciones más simples. Estas conversaciones, hay que recordar que no deben de ser monólogos por parte del padre o de la madre, sino que deben buscar la participación del adolescente para saber si está entendiendo aquello que queremos transmitirle y cuál es su punto de vista sobre el tema.