Diferencias entre la perimenopausia y la menopausia que nadie te había contado antes

La perimenopausia es una etapa clave en la vida de las mujeres que suele estar llena de desconocimiento. Esta transición hacia la menopausia es un tema que suele generar muchas preguntas y confusiones entre las mujeres al no ser tan reconocible como la propia menopausia. La perimenopausia suele comenzar diez años antes de que la menstruación llegue a su fin, durante este periodo los niveles de estrógeno comienzan a variar, provocando síntomas como los ciclos menstruales irregulares, los cambios de humor, los sofocos, el insomnio y el aumento de peso.

Por su parte la menopausia es el final de la etapa reproductiva de la mujer y se reconoce cuando se deja de menstruar durante doce meses consecutivos. Los síntomas de la menopausia son más reconocibles e incluyen sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal y cambios en el estado de ánimo. A diferencia de la perimenopausia, donde los niveles hormonales son impredecibles, en la menopausia, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen de manera considerable, estabilizándose en unos niveles bajos.

Algo que puede sorprender a muchas mujeres es que los síntomas de la perimenopausia pueden ser más intensos y variados que los de la propia menopausia. Por ello muchas mujeres reportan cambios significativos en su ciclo menstrual (pueden volverse más cortos o más largos) y flujos más abundantes o más ligeros. Los dolores articulares y musculares también van asociados a esta etapa sin que muchas veces los médicos los relacionen con esta antesala de la menopausia.

A nivel emocional, durante la perimenopausia, los cambios hormonales pueden causar más fluctuaciones emocionales incluyendo ansiedad, irritabilidad y depresión, síntomas que no se suelen asociar a esta etapa y que pueden provocar la incomprensión y la incertidumbre en muchas mujeres al verse afectados aspectos de su vida diaria sin conocer el motivo y sin que nadie les explique que son fruto de esta etapa nueva de su vida.

Entender que estos cambios son parte natural de esta etapa de la vida puede suponer el primer paso para aprender a manejarlos mejor. Consultar a un profesional de la salud para obtener orientación y apoyo personalizado es de vita importancia si sientes que la situación te está afectando más de lo que debería. Un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular, también puede ayudar a mitigar algunos de estos síntomas y ayudarte a sentirte mejor a nivel general.