Trucos para conservar los alimentos en verano para que duren más
El calor dificulta el mantenimiento de los productos e ingredientes para que duren más y se puedan aprovechar
El verano trae consigo altas temperaturas, lo que acelera el proceso de descomposición de los alimentos, poniendo en riesgo tanto nuestra salud como nuestro bolsillo. Conservar la frescura y la seguridad de los productos en esta época del año puede ser un desafío, pero con algunos trucos y estrategias sencillas, es posible prolongar la vida útil de los alimentos. A continuación, te presentamos algunos consejos prácticos para que tus alimentos duren más durante el verano.
Una de las primeras medidas para mantener los alimentos frescos es asegurarse de que el refrigerador esté a la temperatura adecuada, generalmente entre 1°C y 4°C. Coloca los alimentos más perecederos, como carnes y lácteos, en las partes más frías del refrigerador. Además, evita sobrecargar el refrigerador, ya que esto puede impedir una adecuada circulación del aire frío, afectando la conservación de los alimentos.
El congelador es tu mejor aliado en verano. Congela los alimentos que no planeas consumir en el corto plazo. Esto incluye frutas, verduras, pan y carnes. Antes de congelar, asegúrate de envasar bien los alimentos en bolsas herméticas o recipientes adecuados para evitar quemaduras por congelación. Los alimentos congelados pueden durar varios meses sin perder sus propiedades.
Los envases herméticos son esenciales para evitar la entrada de aire y humedad, dos factores que aceleran el deterioro de los alimentos. Utiliza recipientes de plástico o vidrio con tapas bien ajustadas para almacenar restos de comida, frutas cortadas y otros alimentos que necesiten protección extra. Cada fruta y verdura tiene sus propias necesidades de conservación. Las frutas como las manzanas y los plátanos emiten etileno, un gas que acelera la maduración.
Trucos y consejos
Mantén estas frutas separadas de las demás para evitar que se estropeen más rápido. Las verduras de hoja verde, como la lechuga y las espinacas, se conservan mejor si las envuelves en toallas de papel antes de guardarlas en bolsas de plástico en el refrigerador, lo que ayuda a absorber el exceso de humedad.
El exceso de humedad en el refrigerador puede causar que los productos frescos se pudran más rápido. Usa toallas de papel para forrar los cajones donde guardas frutas y verduras. Estas toallas absorberán el exceso de humedad, prolongando la frescura de los alimentos. La contaminación cruzada puede acelerar la descomposición de los alimentos y aumentar el riesgo de enfermedades. Mantén las carnes crudas separadas de otros alimentos, utilizando recipientes con tapa o bolsas selladas. También es importante lavar bien los utensilios y superficies después de manipular carne cruda.
Métodos como el encurtido, la deshidratación y la fermentación pueden ayudar a prolongar la vida útil de los alimentos. El encurtido de vegetales en vinagre, por ejemplo, no solo conserva los alimentos durante más tiempo, sino que también añade un delicioso sabor ácido. La deshidratación de frutas y verduras es otra excelente opción para conservarlas durante meses. El pan tiende a volverse duro o a desarrollar moho rápidamente en verano. Para conservarlo, lo mejor es guardarlo en un lugar fresco y seco, o incluso en el refrigerador si hace mucho calor. Otra opción es congelarlo en porciones individuales y descongelar solo lo que vayas a consumir.
Una buena estrategia es comprar alimentos en cantidades más pequeñas con mayor frecuencia. Esto no solo reduce el riesgo de que los alimentos se estropeen antes de que los uses, sino que también asegura que siempre tengas productos frescos en casa. Además, planea tus comidas para utilizar los alimentos más perecederos primero. Los conservantes naturales como el jugo de limón, el vinagre y el aceite de oliva pueden ayudar a prolongar la vida útil de algunos alimentos. Por ejemplo, rociar frutas cortadas con jugo de limón ayuda a evitar que se oxiden y se vuelvan marrones, mientras que conservar quesos en aceite de oliva puede mantenerlos frescos por más tiempo.
El verano trae consigo altas temperaturas, lo que acelera el proceso de descomposición de los alimentos, poniendo en riesgo tanto nuestra salud como nuestro bolsillo. Conservar la frescura y la seguridad de los productos en esta época del año puede ser un desafío, pero con algunos trucos y estrategias sencillas, es posible prolongar la vida útil de los alimentos. A continuación, te presentamos algunos consejos prácticos para que tus alimentos duren más durante el verano.