¿Por qué en otoño aumenta la sensación de tristeza?

Conforme llega el otoño puede ser habitual experimentar una serie de cambios tanto físicos como emocionales que hacen que nos sintamos más decaídas, pero los expertos apuntan a que no es el otoño en particular el encargado de tener este efecto en nuestro estado de ánimo, sino la disminución de las horas de luz solar. Esta reducción de horas de luz afecta nuestro reloj biológico y puede desencadenar alteraciones en nuestro estado de ánimo.

El otoño está plagado de numerosos cambios que no pasan desapercibidos en nuestro cuerpo: nuestras rutinas cambian, descienden las temperaturas, aumentan las precipitaciones y el frío y, sobre todo, se reduce la luz solar. Todos estos factores hacen que nuestro reloj biológico se vea alterado.

Al haber menos horas de luz nuestro cuerpo estimula la producción de melatonina, la llamada 'hormona del sueño', siendo esta la razón por la cual solemos sentirnos más cansados y con menos energía cuando llega el otoño, ya que nuestro cerebro se adapta a esa menor exposición de los rayos del Sol.

Para reducir estos efectos, es recomendable ajustar nuestros horarios de manera acorde a la luz solar para aprovecharla al máximo y ayudar así a nuestro cuerpo a adaptarse al nuevo entorno de luz.

Sin embargo, cuando las exigencias del trabajo no se alinean con lo que nuestro reloj interno reclama, es cuando experimentamos mayores desequilibrios emocionales, llevándonos a sentir una mayor fatiga y desánimo. La falta de vitamina D, debido a la menor exposición solar en otoño, puede agravar los problemas emocionales característicos de esta estación del año.

La clave para aliviar esta tristeza otoñal reside en aprovechar al máximo las horas de luz y pasar tiempo en entornos naturales para aumentar así nuestros niveles de serotonina y obtener un efecto positivo en nuestro bienestar emocional que calme las alteraciones en nuestro estado de ánimo producido por el cambio de estación.