Haz esto tres minutos al día para transformar tu cuerpo y mejorar tu agilidad

La agilidad es una habilidad motora muy importante en el día a día. Además de que moverse rápido es muy útil en la vida cotidiana, hay veces que un cuerpo tiene que reaccionar en segundos para practicar deporte o incluso para evitar un riesgo. Un entrenador del movimiento natural del cuerpo, Eduardo García, tiene la clave para mejorar la agilidad de una forma muy sencilla y con un ejercicio adaptable a las capacidades físicas de cada uno.

Según ha explicado el experto, con tres minutos al día es suficiente: “Haz esto tres minutos al día y empieza a sentir cómo se va transformando tu cuerpo. Lo que vamos a hacer hoy es algo fundamental para que tu cuerpo tenga reactividad, tenga agilidad, tenga capacidad de movimiento, velocidad, ritmo. Es algo fundamental para tus pies y para conectarlos con todo tu cuerpo”.

El entrenador está especializado en el movimiento primario del cuerpo, enfocado en la fuerza, la flexibilidad y la agilidad que se consiguen con movimientos naturales del cuerpo humano. “Esto de lo que te hablo es dar saltitos. No se apoya el talón en el suelo. A lo mejor no puedes hacer esto. Entonces, ¿qué vas a hacer? Elevar los talones. Apoyas todos los dedos y elevas el talón. Si no puedes, te apoyas en una pared, empieza por ahí”, ha explicado.

Tres minutos durante todo el día son suficientes, e incluso no hace falta hacerlos de seguido. “Es decir, puedes hacer medio minuto, luego otro medio minuto por la tarde, o después de comer, como quieras. No tienen por qué ser los tres minutos seguidos, pero haz esos tres minutos al día. Empieza a conectar todo tu pie a tu cuerpo. Siéntete más ágil, siéntete más activo y humano”, ha contado.

Este ejercicio tan sencillo puede suponer el inicio hacia un entrenamiento para un cuerpo más ágil y con más capacidad de reacción. Además, los saltitos suponen un entrenamiento tanto de fuerza como de cardio ligero y frena la atrofia en los músculos.

“Tener esta capacidad en los pies es importante. Saber usar los pies es fundamental. Aquí el talón no se apoya, solo el metatarso y los dedos. Conecta la fascia del pie y el tendón de Aquiles con todo el cuerpo. Deberíamos poder pasar bastante tiempo sin cansarnos. Cuando lo hagas durante el día verás el chute de energía que te da cada vez que lo haces”, ha concluido.