¿Comer después de las 8 de tarde engorda? Boticaria García tiene la respuesta

Uno de los mitos más comunes en el mundo de la alimentación es que cenar tarde, es decir, después de las 8 de la tarde, puede hacernos ganar peso. Esta idea ha generado debate durante años, pero ahora, la doctora en Farmacia y nutricionista Marián García, más conocida en redes sociales como Boticaria García, ha compartido su opinión sobre el tema en un vídeo reciente que publicó en su cuenta de Instagram.

Boticaria García explica, en 'Saber Vivir' en TVE, que el cuerpo sigue un ritmo circadiano, que es como un reloj biológico interno que regula varias funciones a lo largo del día, incluida la digestión. Este ritmo puede influir en cómo el cuerpo procesa los alimentos en distintos momentos. Algunas investigaciones indican que comer cerca del momento en que se libera la melatonina, la hormona que regula el sueño, podría tener efectos negativos sobre el metabolismo.

Entre los posibles efectos de cenar tarde, la experta menciona un aumento en la liberación de colesterol, una disminución del gasto energético en reposo y una menor tolerancia a la glucosa. Esto significa que nuestro cuerpo puede procesar peor los carbohidratos por la noche, lo que podría favorecer la acumulación de grasa.

A pesar de esto, García aclara que no debemos alarmarnos. La hora a la que cenamos no es un factor determinante para ganar peso. Como ella misma dice: "No, por suerte no tenemos una hora marcada para que nuestro cuerpo se haga o deshaga con una varita mágica". Lo importante, según ella, no es tanto cuándo comemos, sino cuánto comemos y qué tipo de alimentos elegimos.

La clave para mantener un peso saludable está en no obsesionarse con el horario, sino en encontrar un equilibrio en la cantidad y calidad de lo que ingerimos. Comer en exceso tarde por la noche, especialmente comidas copiosas o ricas en grasas y azúcares, sí puede influir en nuestro peso. Pero una cena ligera y equilibrada, incluso después de las 8, no será un problema.

Boticaria García también nos recuerda que, más allá de la hora, es fundamental evitar cenas demasiado pesadas justo antes de dormir. Lo ideal es cenar al menos dos horas antes de acostarnos, para darle al cuerpo el tiempo necesario para digerir. Esto no solo favorece un mejor descanso, sino que también ayuda a evitar problemas como el reflujo.

La experta enfatiza que lo importante no es tanto la hora a la que cenamos, sino la cantidad y la calidad de lo que comemos. Lo esencial es llevar una alimentación equilibrada y escuchar a nuestro cuerpo. Así que, si por cuestiones de trabajo o rutina cenas después de las 8, no te preocupes demasiado. Solo asegúrate de optar por opciones ligeras y saludables.