Cómo ayudar a los niños a afrontar el duelo, según la ciencia

La pérdida de un ser querido representa todo un desafío para los niños, quienes, debido a su edad y desarrollo emocional, requieren de acompañamiento durante esos momentos. Estudios recientes publicados en 'Revista Acta Pediátrica Española' y en 'International Journal of Developmental and Educational Psychology' hacen hincapié en la necesidad abordar con ellos el tema de manera comprensible y directa.

Los expertos coinciden en que, a pesar de no poder evitarles el dolor de la pérdida, es posible ofrecer a los niños un apoyo que les permita gestionar la muerte de forma saludable. Los menores, especialmente los de 3 y 5 años, pueden llegar a percibir el fallecimiento como algo temporal o incluso reversible, por lo que explicarlo con un lenguaje adaptado a su edad resulta esencial para reducir su confusión y posibles sentimientos de culpa.

El entendimiento de la irreversibilidad de la muerte comienza a desarrollarse en la etapa escolar, donde el niño aún necesita apoyo constante, sobre todo en el entorno del colegio. Su malestar tiende a manifestarse en situaciones que llevan a problemas de atención, bajo rendimiento y ansiedad. Los estudios señalan que los profesores pueden ser una gran ayuda durante este proceso, ofreciendo un sitio seguro donde el niño pueda expresar sus emociones.

La adolescencia representa otra fase crítica en el duelo, ya que los jóvenes tienden a abordar el tema de la muerte desde una perspectiva existencial y, a menudo, experimentan angustia sobre su propia mortalidad. Sin embargo, y aunque tiendan a evitar abrirse sobre sus sentimientos, la comunicación abierta y honesta facilita que procesen el duelo de manera sana y constructiva.

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Los datos obtenidos de estudios longitudinales indican que, sin el apoyo adecuado, hasta un 40% de los niños en duelo desarrollan síntomas de ansiedad o depresión en el primer año tras la pérdida. Un entorno afectivo y estable, junto a la presencia de una figura de apego, resulta esencial para que el menor recupere su equilibrio emocional.

El proceso de acompañar a los niños en el duelo requiere que los adultos comprendan la evolución de esta experiencia, permitiendo que cada menor procese la muerte a su propio ritmo. En cualquier caso, si tienes alguna duda sobre cómo estar con un menor durante esa etapa, lo mejor es que consultes con un profesional de salud para que pueda ayudarte, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.