La ciencia se pronuncia: así puede superarse el duelo patológico
Este tipo de enfermedad puede derivar en determinados comportamientos como la negación de la muerte o las ideas suicidas
La pérdida de un ser querido es un proceso largo y muy difícil de afrontar. Sin embargo, cuando el dolor dura más de doce meses y los síntomas se agravan, pasa a ser un tipo de duelo conocido como duelo patológico. Este trastorno se caracteriza por una tristeza intensa, que puede derivar en otros síntomas físicos y emocionales graves, como insomnio, pérdida de apetito y una notable dificultad para retomar la vida cotidiana.
Tal y como indican diversos estudios encabezados por Enrique Echeburúa, el duelo patológico está relacionado con emociones como culpa, ira y desesperanza, que pueden alterar gravemente la salud mental y física. La intensidad del vínculo con el fallecido y las circunstancias de la muerte son factores que determinan la severidad de la respuesta emocional, especialmente en pérdidas traumáticas como la de un hijo o un cónyuge.
Según las investigaciones, un evento traumático o repentino, como un accidente, incrementa el riesgo de padecer esta condición. Las personas con antecedentes de trastornos de ansiedad o depresión tienden a sufrir de manera más intensa, lo que dificulta la adaptación y, en ocasiones, puede prolongar su sufrimiento.
Las condiciones psicosociales también influyen. El apoyo familiar y social es crucial para superar el duelo, especialmente en el caso de los ancianos, quienes pueden experimentar un fuerte impacto emocional debido a la soledad y al temor al futuro tras la pérdida de su pareja. En estos casos, el riesgo de mortalidad en el primer año de viudedad se incrementa considerablemente.
Los expertos recomiendan varias estrategias de afrontamiento que pueden ayudar a superarlo. El primero consiste en aceptar la realidad de la pérdida y permitir la expresión de las emociones; ya que compartir el dolor con personas cercanas puede reducir la carga emocional. El segundo radica en la reestructuración de las dinámicas familiares y la búsqueda de nuevas metas con el objetivo de retomar la vida cotidiana.
Según los especialistas, el apoyo de determinadas personas y los grupos de autoayuda contribuyen al proceso de recuperación. La reorganización de la vida y la implicación en actividades gratificantes permite que los afectados encuentren un propósito renovado y la capacidad de recordar al ser querido sin que el dolor interfiera en su presente.
Cada proceso de duelo es único, por lo que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades de cada persona. Para algunas, hablar abiertamente de sus sentimientos es terapéutico; sin embargo, otras pueden preferir procesar su dolor de manera introspectiva. Los expertos enfatizan que la clave para superar el duelo patológico es avanzar sin prisas, respetando el tiempo y los recursos emocionales de cada uno. En cualquier caso, si sientes que no puedes superar la pérdida, lo mejor es que consultes con un profesional de salud para que pueda ayudarte teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.
La pérdida de un ser querido es un proceso largo y muy difícil de afrontar. Sin embargo, cuando el dolor dura más de doce meses y los síntomas se agravan, pasa a ser un tipo de duelo conocido como duelo patológico. Este trastorno se caracteriza por una tristeza intensa, que puede derivar en otros síntomas físicos y emocionales graves, como insomnio, pérdida de apetito y una notable dificultad para retomar la vida cotidiana.