¿Quieres que tu mente no vaya a mil por hora? La ciencia te dice cómo hacerlo
Se estima que aproximadamente un 6% de personas en el mundo realizan esta práctica con importantes beneficios para la salud
Si hay una práctica que ha ido ganando popularidad a lo largo de los años, esa ha sido sin duda la meditación. Originaria de las antiguas actividades védicas de la India (religión históricamente anterior al hinduismo), la meditación ha ganado reconocimiento en la comunidad científica global por sus beneficios para la salud mental y física. A través de diversos estudios, se ha comprobado que este tipo de ejercicio no solo alivia el estrés, sino que también genera cambios estructurales en el cerebro, mejorando significativamente la calidad de vida de quienes la practican regularmente.
Según una investigación llevada a cabo por el Hari Sharma, perteneciente a la Universidad Estatal de Ohio, la meditación actúa a nivel celular de manera parecida a como hace el ADN al regular las funciones vitales del cuerpo. Este proceso contribuye a un incremento del estado de tranquilidad y bienestar que repercute positivamente en la salud general del individuo.
La Universidad de Harvard señala que la meditación contribuye a la regulación de la presión arterial y la respuesta cardiovascular, además de optimizar la gestión del estrés. Además, se produce un aumento en el flujo sanguíneo a áreas del cerebro encargadas del control emocional y la atención, como la corteza prefrontal y el cíngulo anterior, situados en el cerebro.
En el plano celular, la meditación influye en la expresión de más de 500 genes, especialmente aquellos asociados con la inflamación y la respuesta al estrés. Según los estudios, esta práctica mejora la actividad de la telomerasa, una enzima perteneciente al ADN, y cuya estabilidad es importante ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades relacionadas con la edad.
El impacto de la meditación en el cerebro también se trata en el estudio "The Psychological Effects of Meditation: A Meta-Analysis", publicado en la 'American Psychological Association'. Este análisis demuestra que esta actividad tiene efectos significativos y medibles sobre la salud psicológica, incluyendo la mejora de la ansiedad y la depresión, entre otros. Desde la Universidad de Harvard recomiendan empezar con la 'meditación de tres minutos para respirar'. Después, puedes ir incrementando el tiempo o haciendo descansos para observar cómo te sientes.
En cualquier caso, si no tienes muy claro cómo meditar o tienes dudas sobre ello, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que te ayude a responder todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.
Si hay una práctica que ha ido ganando popularidad a lo largo de los años, esa ha sido sin duda la meditación. Originaria de las antiguas actividades védicas de la India (religión históricamente anterior al hinduismo), la meditación ha ganado reconocimiento en la comunidad científica global por sus beneficios para la salud mental y física. A través de diversos estudios, se ha comprobado que este tipo de ejercicio no solo alivia el estrés, sino que también genera cambios estructurales en el cerebro, mejorando significativamente la calidad de vida de quienes la practican regularmente.