El psicólogo Alberto Soler explica las diferentes formas que tenemos de reaccionar ante una catástrofe

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El experimentado psicólogo Alberto Soler, ha querido compartir a través de su cuenta de Instagram (@asolers) las diferentes maneras que tiene el ser humano de afrontar una catástrofe como la acontecida hace una semana en varias zonas de la provincia de Valencia.

Tal y como apunta el psicólogo, cada persona lo hace como sabe y como puede. Cuando ocurre una situación tan grave las formas de hacer frente al malestar son muy diversas, y siempre son válidas mientras que no hagan daño o afecten a otras personas.

Muchas veces, la forma de exteriorizar el modo en el que hacemos frente a la tragedia no tiene relación con lo que estamos experimentado por dentro. El psicólogo comparte su opinión con sus seguidores respecto a cómo los valencianos están sobrellevando la catástrofe de la DANA, afirmando que los ciudadanos lo están llevando mal.

Se aprecia en las calles, en las colas del supermercado y, sobre todo, en la consulta con todos los pacientes que los psicólogos están atendiendo. Alberto Soler explica que la gente está triste, angustiada, preocupada y que se siente culpable.

El estado emocional general que se vive en Valencia es francamente negativo y no a todo el mundo le ha afectado por igual, según apunta el psicólogo. En un extremo tendríamos a las personas que han perdido a seres queridos, después las personas que han tenido importantes pérdidas materiales, como la casa, el coche o su lugar de trabajo y, por último, encontramos a las personas que no han tenido una exposición directa a la catástrofe, porque el agua no ha afectado a sus casas o a sus negocios, pero que están viviendo con mucha angustia todo lo que ocurre.

Hay diferentes formas de poder exteriorizar todos estos sentimientos, son diferentes mecanismos de defensa que cada persona emplea como puede o como sabe, tal y como nos explica Alberto Soler.

Hay personas que para tratar de mitigar este malestar necesitan acudir a las poblaciones afectadas para ayudar a los demás, otras que necesitan proteger a los suyos y, por último, otras que lo que necesitan es cuidarse a sí mismos porque saben que si no lo hacen van a caer y que las consecuencias pueden ser enormes si eso ocurre.

Alberto Soler explica con esto que cada persona tiene unos mecanismos de defensa y unas formas de respuesta distintas según su situación personal y todas, absolutamente todas, son válidas para el psicólogo. Y es que cada persona se protege de los eventos negativos que ocurren en su vida de la manera.

La reflexión del psicólogo, por lo tanto, es la de respetar las diferentes formas de afrontar una misma situación que tienen las personas, sin juzgarles y haciendo las paces con nosotros mismos y con nuestra forma de afrontar estos hechos porque, en una situación tan catastrófica y tan al límite, cada uno hace siempre lo que puede.