Qué es la distimia y cuál es el tratamiento de este trastorno psicológico
Suele manifestarse en la infancia o en la adolescencia y, aunque no es incapacitante, las personas que lo sufren rara vez se sienten completamente bien
La distimia es un trastorno depresivo persistente que suele manifestarse en la infancia o adolescencia. Generalmente, se relaciona con ciertos aspectos del paciente como la privación afectiva, la soledad o un entorno hostil. Los síntomas de este trastorno son crónicos, lo que significa que el paciente rara vez se siente completamente bien, pero tampoco alcanza un estado de ánimo totalmente incapacitante.
Las causas de la distimia pueden ser variadas y no existe una única causa identificada. Entre los factores que influyen se encuentran las alteraciones en los procesos químicos del cerebro, las influencias heredadas y los sucesos traumáticos a lo largo de la vida o el estrés crónico.
La distimia comparte algunos síntomas con la depresión como la tristeza, la irritabilidad o el llanto, pero se diferencia por la intensidad de estos síntomas. Por ejemplo, mientras que en la depresión el estado de ánimo empeora por la mañana, en la distimia lo hace por la tarde. Además, los pacientes de distimia suelen experimentar insomnio.
El diagnóstico de la distimia es clínico, ya que no existen pruebas biológicas que la identifiquen. Este diagnóstico se basa en la entrevista con el paciente y la exploración psicopatológica. Para un tratamiento adecuado, es fundamental que el paciente acuda a un profesional, ya sea un médico de cabecera, un psicólogo o un psiquiatra, el apoyo de familiares o amigos puede ser crucial para que el paciente busque ayuda.
Aunque no se puede prevenir al 100%, identificar a niños o adolescentes que puedan mostrar signos tempranos de depresión puede ser clave para evitar la progresión de este trastorno. La detección temprana es vital para prevenir que los síntomas se agraven con el tiempo.
Tratamiento de la distimia
El tratamiento de la distimia se basa principalmente en la psicoterapia y, en algunos casos, en el uso de antidepresivos. El objetivo principal del tratamiento es ayudar al paciente a gestionar sus emociones y mejorar su capacidad para manejar el estrés y aumentar su autoestima. Además, es esencial contar con el apoyo de familiares y amigos en momentos de crisis, y buscar tratamiento temprano para evitar recaídas o empeoramiento de los síntomas.
Si no se trata adecuadamente, la distimia puede afectar gravemente a la calidad de vida del paciente. Por eso, es esencial que el paciente reciba el tratamiento psicológico necesario que le permita controlar sus síntomas, ya que con el pronóstico adecuado se puede mejorar la calidad de vida de los afectados por este trastorno.
La distimia es un trastorno depresivo persistente que suele manifestarse en la infancia o adolescencia. Generalmente, se relaciona con ciertos aspectos del paciente como la privación afectiva, la soledad o un entorno hostil. Los síntomas de este trastorno son crónicos, lo que significa que el paciente rara vez se siente completamente bien, pero tampoco alcanza un estado de ánimo totalmente incapacitante.