El efecto yoyó en las dietas: un nuevo estudio explica por qué se vuelve a engordar después de adelgazar
l efecto yoyó ahora se perfila como un fenómeno profundamente enraizado en nuestra biología celular
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El efecto rebote, también conocido como efecto yoyó, ha sido durante años una frustración para muchas personas que buscan perder peso. Tradicionalmente, este fenómeno se ha asociado a la falta de mantenimiento de hábitos saludables tras una dieta, especialmente aquellas extremadamente restrictivas conocidas como "dietas milagro". Sin embargo, un reciente estudio publicado en Nature sugiere que las razones detrás de este ciclo podrían estar profundamente arraigadas en nuestras células.
Un equipo liderado por Ferdinand von Meyenn, del Grupo de Nutrición y Epigenética Metabólica de la Escuela Politécnica de Zúrich, ha identificado que el tejido adiposo humano guarda una especie de "memoria" de la obesidad. Este descubrimiento, basado en cambios transcripcionales y epigenéticos en las células grasas, podría explicar por qué resulta tan difícil mantener la pérdida de peso a largo plazo.
La investigación analizó las secuencias de ARN de las células adiposas de 38 personas: 18 con normopeso y 20 con obesidad. En este último grupo, los estudios se realizaron antes y después de que los pacientes experimentaran una significativa pérdida de peso tras una cirugía bariátrica. Paralelamente, se realizaron análisis similares en ratones, lo que permitió corroborar los hallazgos. Los resultados revelaron cambios epigenéticos —modificaciones en la manera en que el ADN se copia en ARN— y alteraciones metabólicas que permanecen activas incluso después de la pérdida de peso. Esto indica que las células grasas "recuerdan" su estado previo de obesidad, lo que podría predisponer al cuerpo a recuperar los kilos perdidos.
Estos hallazgos tienen profundas implicaciones en la lucha contra la obesidad. Según José Ordovás, director de Nutrición y Genómica en la Universidad Tufts de Boston, el estudio no solo amplía nuestra comprensión del efecto rebote, sino que también abre nuevas posibilidades para tratar la obesidad de forma más efectiva y menos estigmatizante.
Ordovás señala que este enfoque podría aliviar la culpa y el estigma que muchas personas sienten al no poder mantener la pérdida de peso. Además, sugiere que estos hallazgos podrían integrarse en la práctica clínica para abordar la obesidad desde una perspectiva más científica y menos centrada en la voluntad individual. Aunque el estudio representa un avance significativo, los expertos coinciden en que aún quedan preguntas por resolver. Ordovás subraya que se necesitan más investigaciones para confirmar estos resultados y desarrollar terapias específicas que ataquen directamente los cambios epigenéticos y metabólicos en las células grasas.
Por ahora, el mensaje clave es claro: el control del peso no es solo una cuestión de hábitos, sino también un desafío biológico que requiere estrategias innovadoras. En el futuro, tratamientos personalizados basados en estos descubrimientos podrían revolucionar la manera en que abordamos la obesidad, ofreciendo una esperanza real a millones de personas atrapadas en el ciclo del efecto rebote.
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El efecto rebote, también conocido como efecto yoyó, ha sido durante años una frustración para muchas personas que buscan perder peso. Tradicionalmente, este fenómeno se ha asociado a la falta de mantenimiento de hábitos saludables tras una dieta, especialmente aquellas extremadamente restrictivas conocidas como "dietas milagro". Sin embargo, un reciente estudio publicado en Nature sugiere que las razones detrás de este ciclo podrían estar profundamente arraigadas en nuestras células.