Cómo gestionar la apatía y el cansancio en otoño

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Durante el otoño, muchas personas suelen experimentar cambios internos que, aunque a veces pasan desapercibidos, pueden influir en su bienestar general. Una de las afecciones más comunes que surgen durante esta época es la denominada astenia emocional. Este fenómeno no solo está relacionado con el cansancio físico, sino que también puede alterar el estado emocional y mental.

El término de 'astenia', derivado del griego, describe una sensación de agotamiento que no se alivia con el descanso habitual. La disminución de las horas de luz solar y el retorno a rutinas exigentes son algunos de los factores que contribuyen a su aparición. Investigaciones como las publicadas en las revistas científicas 'Psicooncología' y 'Medicina' destacan que además de la fatiga, puede haber una disminución de la motivación, dificultad para concentrarse y cambios en el estado de ánimo.

Una de las estrategias más efectivas para mitigar los efectos de este trastorno consiste en aprovechar al máximo la luz natural. La exposición diaria al sol, especialmente durante las primeras horas del día, estimula la producción de serotonina. Además, los expertos recomiendan la práctica de ejercicio como salir a caminar, lo cual puede ser útil para combatir la fatiga física y mejorar el estado de ánimo.

Otro de los consejos es establecer una rutina y cumplirla en la medida de lo posible, con horarios fijos para dormir, comer y hacer actividades cotidianas que ayuden a estabilizar los ritmos biológicos del cuerpo. Estos hábitos ayudan a conciliar el sueño y aumentan la energía y la capacidad de concentración.

Asimismo, los expertos recomiendan llevar una dieta equilibrada, incorporando alimentos ricos en triptófano, hierro y vitaminas del grupo B, como los frutos secos, los plátanos y los productos lácteos. Por último, los especialistas también aconsejan la práctica de técnicas de relajación y meditación, ya que reducen el estrés y mejoran el bienestar psicológico.

En cualquier caso, si tienes dudas sobre cómo te afecta la astenia, lo mejor es que acudas a un profesional de la salud para que pueda ayudarte a resolver todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.