Debemos ventilar nuestra casa y esta es la mejor frecuencia para hacerlo

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Aunque ventilar nuestra casa puede parecer una tarea sencilla, lo cierto es que hacerlo correctamente marca una gran diferencia en la calidad del aire que respiramos. Una buena ventilación no solo renueva el oxígeno, sino que también elimina contaminantes, olores y exceso de humedad, factores clave para prevenir problemas de salud.

Según las opiniones de expertos como María Dolores Cima Cabal y Estanislao Nistal que recoge la revista 'Vogue', este hábito es beneficioso, aunque con ciertos matices. Como explica Cima Cabal, doctora en Biología y directora del Máster de Gestión Ambiental de la UNIR, ventilar la casa ayuda a reducir la acumulación de dióxido de carbono y la presencia de microorganismos que pueden proliferar en ambientes cerrados, especialmente si hay humedad o una limpieza insuficiente.

Por su parte, Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, añade que aunque durante la ventilación puedan entrar microorganismos desde el exterior, la mayoría no representan un riesgo para la salud, ya que forman parte del ecosistema natural. También subraya que ventilar reduce el riesgo de moho y enfermedades respiratorias asociadas a ambientes mal ventilados.

Ambos expertos coinciden en que no es necesario ventilar por largos periodos de tiempo. Con 10 a 20 minutos al día es suficiente para renovar el aire y mejorar su calidad. Este tiempo permite reducir la acumulación de dióxido de carbono y contaminantes sin perder demasiado calor en invierno o energía térmica en general. Respecto al mejor momento para hacerlo, se recomienda ventilar por la mañana, cuando la calidad del aire exterior suele ser mejor.

Podemos caer en el error de pensar que si vivimos solos no sea tan necesario ventilar. Sí, debemos hacerlo incluso si no compartimos el espacio con otras personas. El aire en un espacio cerrado puede cargarse de contaminantes derivados de actividades cotidianas como cocinar, ducharse o el uso de productos químicos.

Así que si te quedaban dudas ya sabes, ventilar la casa es un hábito diario que, aunque sencillo, tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Hacerlo correctamente, en el momento adecuado y con la frecuencia justa, asegura un aire más limpio y saludable en nuestro hogar. Dedicar esos minutos cada día a renovar el aire es una inversión en calidad de vida que vale la pena.