Este es el truco para decir adiós a los michelines que nos recomiendan los expertos

• La condición indispensable para perder peso con el ayuno intermitente
• Las dudas más habituales sobre el ayuno intermitente y las respuestas

Para muchos el reto fundamental del año es perder los michelines, aunque va más allá de la estética. La grasa abdominal, especialmente la visceral que rodea los órganos internos, aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares. Sin embargo, hay una estrategia simple que está ganando popularidad: el ayuno intermitente.

Este tipo de práctica no es una dieta rígida, sino una forma de organizar tus comidas alternando períodos de alimentación y ayuno. Uno de los métodos más conocidos, el 16/8, consiste en ayunar durante 16 horas y comer en una ventana de 8 horas. Esto permite que el cuerpo utilice las reservas de grasa como fuente de energía, ayudando a reducir el peso y la grasa abdominal.

El secreto de su efectividad está en cómo afecta los niveles de insulina. Durante el ayuno, la insulina disminuye, facilitando que el organismo acceda a las reservas de grasa. La grasa visceral, en particular, es muy sensible a este proceso. Además, el ayuno regula hormonas como la grelina, conocida como la "hormona del hambre", ayudando a controlar mejor el apetito y las calorías ingeridas.

Los beneficios del ayuno intermitente no se limitan a perder grasa. Estudios han demostrado que también mejora la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Esto lo convierte en una herramienta eficaz para cuidar la salud metabólica, además de favorecer la composición corporal.

Si lo combinas con ejercicio, los resultados pueden ser aún más notables. Entrenamientos de fuerza, como levantar pesas o tonificar, ayudan a preservar la masa muscular mientras pierdes grasa. Y como el músculo acelera el metabolismo, quemarás más calorías incluso en reposo.

Antes de introducir cambios en tu rutina de alimentación, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Cada cuerpo es diferente, y un experto puede ayudarte a adaptar el ayuno intermitente a tus necesidades específicas y asegurarte de que es seguro para ti.

Para empezar, se recomienda probar con un ayuno de 12 horas y aumenta gradualmente hasta las 16. Durante las horas de comida, prioriza alimentos nutritivos como proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos integrales. Escucha siempre a tu cuerpo y ajusta según lo que necesites. Y ante el menor indicio de que algo no está yendo bien, acude a tu médico.

Con el ayuno intermitente, no solo puedes reducir grasa abdominal, sino también mejorar tu bienestar general. Adoptar este enfoque equilibrado y sostenible puede ser el primer paso hacia una versión más saludable de ti mismo.