7 mitos sobre la epilepsia en niños que deberías conocer
La epilepsia es una enfermedad crónica que afecta a 50 millones de personas en todo el mundo
- Existe la ansiedad infantil y la depresión en los adolescentes: estos son los problemas de salud mental más comunes entre nuestros hijos
- Este es el problema visual que seguramente padezcan tus hijos, según un reciente estudio
Una de las mayores preocupaciones de los padres es garantizar la salud de sus hijos. Cuando aparece una enfermedad crónica como la epilepsia, surgen dudas, temores y, a menudo, información errónea. Según la asociación 'Vivir con epilepsia', aproximadamente cada año se diagnostican 22.000 casos de esta enfermedad, la mitad de ellos en menores de 15 años. La página web especializada 'Children's Health' ha elaborado una lista con siete mitos que giran en torno a esta afección.
Uno de esos mitos es creer que las luces intermitentes desencadenan la mayoría de las convulsiones. Aunque existe un tipo de epilepsia llamada fotosensible, la realidad es que tan solo afecta a entre el 3% y el 5% de quienes sufren la enfermedad. Las convulsiones suelen estar relacionadas con otros factores, como alteraciones genéticas, infecciones o traumatismos cerebrales. Por otro lado, la epilepsia es relativamente común. A lo largo de su vida, 1 de cada 26 personas la desarrollará. Según un estudio publicado en la revista 'Journal of Clinical Medicine', los casos en niños menores de un año son especialmente frecuentes, sobre todo en contextos donde la atención sanitaria es reducida.
Otro de los mitos es el que asocia la epilepsia con la discapacidad intelectual, lo cual no es cierto. A pesar de que algunas manifestaciones de la enfermedad pueden relacionarse con problemas cognitivos, la gran parte de los afectados llevan vidas completamente funcionales. Un cuarto mito se basa en que las convulsiones epilépticas son similares. Sin embargo, los episodios pueden variar significativamente, comprendiendo desde movimientos musculares leves hasta manifestaciones graves como el 'status epilepticus'. Este último caso, una crisis prolongada de más de cinco minutos, requiere intervención médica inmediata para evitar daños neuronales irreversibles.
Asimismo, la idea de que la epilepsia pueda ser contagiosa es completamente falsa, aunque infecciones como la meningitis puedan ser un factor de riesgo. Este malentendido contribuye al estigma que enfrentan las personas afectadas. Además, muchas personas tienden a creer que quienes sufren epilepsia no pueden llevar una vida normal. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes puede trabajar, conducir y participar en actividades cotidianas.
Durante un ataque epiléptico, los expertos recomiendan evitar sujetar al afecto o introducir objetos en su boca, ya que esto puede causar lesiones graves. En su lugar, se recomienda colocar a la persona de lado, alejándola de elementos que puedan ser peligrosos.
Los investigadores, además, insisten que la detección precoz de las convulsiones y su tratamiento mejora significativamente la calidad de vida, por lo que se ha de estar alerta ante cualquier signo de alarma. En cualquier caso, si tienes dudas sobre esta enfermedad, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que pueda ayudarte a resolver todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.
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Una de las mayores preocupaciones de los padres es garantizar la salud de sus hijos. Cuando aparece una enfermedad crónica como la epilepsia, surgen dudas, temores y, a menudo, información errónea. Según la asociación 'Vivir con epilepsia', aproximadamente cada año se diagnostican 22.000 casos de esta enfermedad, la mitad de ellos en menores de 15 años. La página web especializada 'Children's Health' ha elaborado una lista con siete mitos que giran en torno a esta afección.