¿No tener metas es un problema cognitivo? Esto es lo que dice la ciencia
Las personas mayores de 65 años tienden a sufrir más la aparición del trastorno conocido como deterioro cognitivo leve (DCL)
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La búsqueda de significado en las actividades diarias, ya sea a través del trabajo, la familia o proyectos personales, parece ser determinar nuestra calidad de vida; marcando incluso la diferencia en cómo envejecemos, tanto a nivel mental como físico. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando nos enfrentamos a la ausencia de objetivos? La falta de propósito podría ser más que un simple vacío emocional: varios estudios sugieren que podría tener implicaciones directas en nuestra salud cognitiva, incluso mucho antes de que se haga evidente un deterioro.
Un estudio publicado en la revista científica 'Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry' señala cómo la falta de metas puede adelantar el diagnóstico de deterioro cognitivo leve (DCL). Según los investigadores, quienes no tienen un propósito en la vida ven reducido su bienestar psicológico, por lo que tienen mayores probabilidades de sufrir problemas cognitivos.
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En el estudio mencionado, se realizó un seguimiento durante varios años a 910 adultos mayores. Seis años antes de ser diagnosticados con deterioro cognitivo leve, estas personas vieron reducidos significativamente los propósitos en sus vidas y su crecimiento personal. Esto sugiere que tener objetivos podría actuar como una especie de barrera protectora, ayudando a frenar el progreso de enfermedades neurodegenerativas como el DCL. Así, mientras las personas con metas claras, son capaces de enfrentarse mejor a los desafíos cotidianos, la ausencia de objetivos puede generar mayor ansiedad y frustración.
Un segundo estudio, publicado en 'Cognition and Emotion', profundizó, además, en cómo el recordatorio continuo de la muerte puede incrementar la ansiedad existencial, especialmente en aquellos que carecen objetivos. Por el contrario, quienes tenían un propósito definido en su vida no experimentaron el mismo aumento en los niveles de ansiedad.
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Ambos estudios coinciden en que la falta de propósito en la vida puede ser un factor determinante en el riesgo de sufrir tanto problemas cognitivos como emocionales. Las personas que no tienen metas claras tienden a experimentar mayores niveles de estrés y tienden a aislarse socialmente, lo que favorece el deterioro de su salud mental. En cambio, aquellas que encuentran sentido en sus actividades diarias suelen mantener un contacto más cercano con su entorno y disfrutan de una mayor estabilidad emocional.
El sentido de un propósito está también relacionado con un mayor nivel de actividad física y mental, ambos factores protegen contra el deterioro cognitivo. Los expertos recomiendan que la participación en actividades que se disfruten, como el voluntariado o el desarrollo personal, puede ser la aliada para envejecer de forma saludable y prevenir enfermedades. En cualquier caso, si te sientes mal o no sabes cómo afrontar este problema, lo mejor es que acudas a un profesional de salud para que pueda ayudarte a resolver todas tus preguntas, teniendo en cuenta tus circunstancias concretas.
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