Ni recortar ni compensar: esto es lo que debes hacer después de las fiestas, según la psicología
Cuando se acaban los excesos no es necesario restringir la comida ni intensificar el ejercicio
Con el fin de la Navidad o las festividades en general, todos volvemos a nuestras oficinas y rutinas. Es común pensar que ahora llegan unas semanas de compensar los supuestos excesos a través de dietas restrictivas.
También son muy comunes las rutinas de ejercicio intensas, sin embargo, la psicología no recomienda ni apoya nada de eso. Ofrece un desafío a todas esas creencias populares y tan normalizadas.
No es necesario prohibirse nada
Expertos en salud, como los que forman ITACO -Instituto Terapéutico de Análisis de la Conducta-, aseguran que “después de Navidad, nada de compensar”. Y es que no debería suponer un castigo disfrutar de comer y relajarnos más, porque es lo normal en determinadas ocasiones.
De hecho, estas conductas pueden llevar a un ciclo perjudicial de culpa y privación que derive en una mala relación con la comida. Los hábitos alimenticios cambian en función del contexto social durante las vacaciones y marcarse normas rígidas sobre cómo deben ser nuestros comportamientos influyen en nuestra relación con la alimentación.
Todo esto también puede provocar que la culpa por no cumplir esas normas, nos lleve a tener propósitos poco realistas relacionados con dietas. Las estrategias aprendidas para manejar este malestar nos lleva a etiquetar alimentos como ‘prohibidos’ y nada más lejos de lo saludable.
Además, los intentos rápidos por alcanzar objetivos poco realistas conducen a pensamientos negativos sobre la comida y nuestro propio cuerpo. La salud y el autocuidado deben ser priorizados más allá de los estándares estéticos impuestos por la sociedad.
Castigarse es contraproducente
Por todo ello, te traemos consejos sobre qué hacer después de las Navidades, según Marina Cordero en ITACO:
- Restablece rutinas alimentarias sostenibles sin prohibiciones Incorpora alimentos que puedas disfrutar en lugar de restringirlos
- Elige actividades físicas agradables y no castigos estéticos
- Fomenta el autocuidado y disfruta de momentos sociables sin comentarios negativos sobre lo que te apetece comer
- Y por último, pero muy importante, disfruta de los alimentos festivos sin culpa
En resumen, es fundamental adoptar un enfoque más equilibrado y compasivo hacia la alimentación navideña y post-navideña, promoviendo la aceptación en lugar del castigo y priorizando nuestras relaciones personales por encima de nuestro cuerpo o aspecto.
Con el fin de la Navidad o las festividades en general, todos volvemos a nuestras oficinas y rutinas. Es común pensar que ahora llegan unas semanas de compensar los supuestos excesos a través de dietas restrictivas.