Adiós al desorden en tu casa: los 5 trucos definitivos de una experta para no perder el tiempo
Lejos de las normas estrictas, este enfoque fomenta una relación más amable con tu espacio
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Si eres de los que vive entre montones de ropa, pilas de libros y una cocina que parece en constante movimiento, probablemente te hayas sentido culpable por no alcanzar los estándares de organización perfecta que tanto se promueven en redes sociales. Sin embargo, ser desordenado no es un delito, y mucho menos una condena a vivir en el caos absoluto.
Una experta en organización, consciente de que no todos tenemos alma de Marie Kondo, ha propuesto un enfoque más relajado: cómo lograr que tu hogar sea funcional sin obsesionarte por el orden perfecto. Aquí te presentamos sus 5 trucos clave.
No todo tiene que estar impecable. Designa espacios donde el desorden pueda vivir sin afectar la funcionalidad de tu casa. Por ejemplo, una cesta para revistas y mandos de TV en lugar de intentar mantener una mesa de café completamente despejada. El truco está en limitar el desorden a áreas específicas, así se mantiene la armonía en el resto del hogar.
Tener un hogar limpio es más importante que tenerlo perfectamente organizado. Asegúrate de que los suelos estén barridos, las superficies limpias y los platos lavados. Aunque tu escritorio esté lleno de papeles o tu sofá cubierto de cojines desordenados, un ambiente limpio ayuda a reducir el estrés y mejora la funcionalidad.
Opta por soluciones de almacenamiento simples que no requieran mucho esfuerzo para mantener. Las cajas abiertas, cestas grandes o ganchos en la pared pueden ser tus mejores aliados. Esto facilita guardar cosas rápidamente sin tener que abrir armarios o cajones complicados.
No necesitas dedicar horas a ordenar. La experta sugiere implementar rutinas rápidas, como dedicar 10 minutos al final del día para recoger lo esencial. Esta práctica ayuda a evitar que el desorden crezca descontroladamente, sin que sientas que pasas todo el tiempo organizando. Acepta que el desorden puede ser parte de tu personalidad o de la dinámica de tu hogar. La perfección no siempre es alcanzable ni necesaria. Lo importante es que el espacio funcione para ti y te haga sentir cómodo.
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