La relación entre tus hormonas y la grasa abdominal: descubre qué hacer para reducirla, según Boticaria García
Si alguna vez has sentido que la grasa abdominal es imposible de eliminar, no estás sola. Más allá de la dieta y el ejercicio, el estrés y las hormonas desempeñan un papel crucial
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¿A quién no le ha pasado? Empiezas a cuidar lo que comes, te apuntas a una rutina de ejercicio, pero esa grasa en el abdomen sigue ahí, como si tuviera vida propia. Y claro, la frustración no tarda en llegar. Según Boticaria García, farmacéutica, nutricionista y divulgadora, el problema tiene una raíz más profunda: tus hormonas.
En el podcast 'Sr. Wolf', de Juan Ramón Lucas, Boticaria explicó que el cortisol, esa hormona que se dispara cuando estamos estresados, puede estar detrás de la acumulación de grasa abdominal. Es como si tu cuerpo dijera: “¡Alerta, estrés! Guarda energía, por si acaso”. Y ahí es donde empieza el drama. Por si fuera poco, los desajustes en la insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre, también complican las cosas, bloqueando la capacidad de tu cuerpo para quemar grasa de forma eficiente.
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¿Hay solución? Sí, pero no hay atajos mágicos. Lo que propone Boticaria es añadir algo muy curioso a tu rutina: el frío. Hablamos de duchas frías o baños con agua helada. ¿El objetivo? Activar la grasa marrón, que es como una “fábrica” de calor en el cuerpo y ayuda a quemar calorías. Según explicó, “ese fresquito, ese frío te puede ayudar”. Ella misma lleva más de diez años practicándolo y asegura que, combinado con buenos hábitos, funciona.
Eso sí, no vale solo con sufrir unos minutos bajo el agua fría y pensar que el resto ya está hecho. “Si no comes bien y no te mueves, da igual. El frío puede ser una herramienta, pero no la única”, insiste Boticaria. Es decir, el frío es el complemento, pero la base sigue siendo una alimentación equilibrada, ejercicio, especialmente de fuerza, y un buen descanso.
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Así que, si estás buscando formas de librarte de esa grasa abdominal y cuidar de tu salud, piensa en esto como un conjunto de piezas que trabajan juntas. Sí, el frío puede ser un aliado, pero lo importante es entender cómo funciona tu cuerpo y cuidar de él desde todos los frentes. Quizás no sea fácil, pero con constancia, poco a poco, los resultados llegan.
Aunque, como siempre, recomendamos que te pongas en manos de un profesional antes de iniciar cualquier práctica o cambio en tus hábitos. Es importante que un experto te asesore y te una información veraz y adaptada a tus circunstancias personales. Solo así nos aseguramos que el resultado sea el mejor.
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¿A quién no le ha pasado? Empiezas a cuidar lo que comes, te apuntas a una rutina de ejercicio, pero esa grasa en el abdomen sigue ahí, como si tuviera vida propia. Y claro, la frustración no tarda en llegar. Según Boticaria García, farmacéutica, nutricionista y divulgadora, el problema tiene una raíz más profunda: tus hormonas.