No la conocías: la técnica para ordenar tu casa y que utilizan las personas con gran inteligencia emocional

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Organizar el espacio de manera adecuada tiene efectos muy importantes en nuestro estado anímico y afecta de manera directa a nuestra salud emocional. Por ello, las personas con una gran inteligencia emocional suelen aplicar un método muy eficaz para mantener el orden en sus casas de forma permanente, incrementando así su bienestar emocional.

Para acabar con el desorden, y que este deje de convertirse en un obstáculo para nuestra productividad y bienestar emocional, existe una técnica que permite transformar el caos en orden, ya que no solo organiza espacios, sino que también mejora nuestro equilibrio emocional.

Y es que vivir o trabajar en un entorno desordenado afecta a la dificultad para encontrar objetos esenciales de nuestro día a día, algo que genera frustración y pérdida de tiempo. Por el contrario, un ambiente ordenado fomenta la calma y mejora el estado mental.

Las personas con una alta inteligencia emocional saben y reconocen esta relación, utilizando así la organización y el orden de sus casas como una herramienta a su favor para afrontar los pequeños problemas cotidianos.

La inteligencia emocional incluye habilidades clave como son la autoconciencia, la autorregulación y la empatía. Estas capacidades ayudan a gestionar las emociones y nos ayudan a mantener un entorno ordenado basado en un espacio más equilibrado y funcional.

El método más efectivo, por lo tanto, para organizar los espacios es el conocido como 'método bola de nieve'. Esta técnica propone comenzar con tareas sencillas para mantener la motivación a la vez que se van observando los resultados. Por ejemplo, empezar por ordenar pequeños accesorios hasta organizar armarios o estanterías, cada pequeño logro genera una sensación de progreso que, a su vez, fomenta la constancia.

Para comenzar a aplicar este método se recomienda empezar clasificando por categorías como libros, ropa o utensilios de cocina, abordando de este modo un área específica. Después se debe evaluar cada objeto y decidir si lo conservarás, donarás o desecharás.

Conforme los avances se vayan haciendo efectivos, reforzaremos la motivación para abordar una nueva área manteniendo el orden en todo momento. Y es que el orden no es solo una cuestión estética, sus beneficios trascienden al plano emocional generando una reducción del estrés, una mejora en la capacidad para tomar decisiones y nos ayuda a aumentar nuestra producción al ahorrar tiempo buscando aquel objeto que no sabemos dónde lo pusimos. Por ello, este método es muy utilizado por las personas con una gran inteligencia emocional.

Además de sus beneficios estéticos, logrando un espacio más equilibrado y funcional, este método refuerza la paciencia, la autodisciplina y la confianza personal mientras nos invita a reflexionar y a invertir tiempo en lo que realmente importa.