La técnica que debes usar con las personas que hacen comentarios pasivo-agresivos, según la psicología

• Si apartas la mirada cuando estás hablando con otra persona esto es lo que significa, según la psicología
• Si interrumpes una conversación constantemente esto es lo que significa, según la psicología

Relacionarse con alguien que adopta una actitud pasivo-agresiva genera, de normal, un desgaste emocional en las personas que sufren este tipo de comportamiento. Aunque suelen ser actitudes puntuales y sutiles, generan tensión y malentendidos que afectan a nuestras relaciones.

Para afrontar esta situación, es fundamental entender cómo se expresa la agresión pasiva, qué factores influyen en su desarrollo y qué estrategias pueden ayudar a minimizar sus consecuencias. Este comportamiento, por lo general, se basa en manifestar emociones negativas de manera indirecta.

En lugar de expresar el malestar de forma abierta, la persona recurre a actitudes evasivas, comentarios irónicos o silencios prolongados. Unas conductas que generan frustración en quienes las padecen, ya que impiden una confrontación clara de los problemas.

La agresión pasivo-agresiva puede adoptar distintas formas: desde comentarios aparentemente inofensivos hasta actitudes que buscan sabotear a otras personas sin hacerlo de manera directa. Algunos de los ejemplos más claros son el de utilizar el silencio como forma de castigo o manipulación, utilizar el sarcasmo o la ironía para expresar una crítica sin asumirla o mostrar una actitud pasiva ante las peticiones o sugerencias por parte de otras personas.

Para gestionar correctamente y acabar con este tipo de comportamiento, los psicólogos recomiendan llevar a cabo acciones efectivas para manejar estas situaciones de forma tranquila sin caer en la provocación. Para ello es vital evitar las reacciones impulsivas, expresar de manera clara a través de la comunicación cómo nos afecta esa conducta y establecer límites para indicar a esa persona los comportamientos que no estamos dispuestos a tolerar.

Abordar este tipo de situaciones con paciencia y claridad no solo ayuda a reducir la tensión, sino que también permite fortalecer la calidad de las interacciones, evitar malentendidos innecesarios y expresarnos de manera clara sobre cómo nos hace sentir esa actitud.