Ni sal ni bicarbonato: este es el auténtico secreto para limpiar bien el baño

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Las redes sociales se han convertido en un trampolín de ideas y trucos para hacer más efectivas, y sencillas, las tareas del hogar. Del error más común que conviene dejar de hacer en casa a los consejos de La Ordenatriz, Begoña Pérez, para eliminar el barro; hay muchos de estos tips que resultan de gran utilidad.

Sin embargo, como ya hemos visto en otras ocasiones, no todo vale. Por ello, también es habitual ver fórmulas milagrosas en las redes sociales que, más que limpiar, hacen gastar dinero. En el término medio se encontrarían las recomendaciones sobre el bicarbonato, el vinagre o la sal; productos que si bien son útiles en ciertos aspectos de la limpieza, no son auténticos limpiadores ni desinfectantes.

Así, los vídeos sobre la 'magia' de mezclar bicarbonato y vinagre o el poder milagroso de la sal para limpiar acumulan millones de visitas. Sin embargo, los expertos y la ciencia tienen otra visión. Aunque la sal, el bicarbonato y el vinagre son populares en la limpieza del hogar, no son verdaderos desinfectantes y no eliminan eficazmente bacterias y virus del baño.

Una materia sobre la que ya hablamos al analizar las palabras del químico Vladímir Sánchez (conocido como 'Breaking Vlad' en redes sociales) donde quiso derribar los mitos sobre la eficacia real de este tipo de mezclas: "Otro vídeo en el que se inventan un desinfectante, al parecer una mezcla de vinagre y limón, jabón, sal y agua tibia".

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Alexandra Benito

La sal actúa como un abrasivo suave y sí tiene ciertas propiedades antimicrobianas, pero no es un desinfectante eficaz para superficies como las del baño. Su capacidad para matar gérmenes se basa en la ósmosis, es decir, que esté en concentraciones muy altas, cuando puede extraer el agua de las células de algunos microorganismos, deshidratándolos y dificultando su supervivencia.

Por eso, la sal es útil para la conservación de alimentos, como en el caso de carnes y pescados curados con sal, pero no es suficiente para eliminar bacterias y virus del baño. Por su parte, el bicarbonato ayuda a desincrustar la suciedad, como si fuera un exfoliante, y el vinagre disuelve ciertos restos debido a su acidez, pero ninguno de estos ingredientes logra destruir los microorganismos peligrosos de manera significativa.

La verdad sobre la limpieza con sal o vinagre

De ahí que, para desinfectar, se necesita un compuesto con propiedades antimicrobianas comprobadas, como la lejía o el alcohol, que eliminan los patógenos en lugar de solo 'exfoliar' la suciedad. Sin embargo, sin necesidad de llegar a esos productos más abrasivos, el verdadero secreto para una limpieza efectiva del baño es el jabón. Su fórmula química permite que sus moléculas, formadas, por una parte, hidrofóbica y otra hidrofílica, rompan la grasa y la suciedad, envolviendo virus y bacterias para ser arrastrados con el agua.

El jabón actúa desestabilizando las membranas celulares de los gérmenes. Por eso, más que remedios caseros, algo tan sencillo como el jabón combinado con agua caliente es la clave para una higiene profunda y efectiva. De ahí que los expertos alerten frente a la desinformación de las redes sociales. El auténtico secreto para limpiar bien el baño está en un producto barato y realmente eficaz: el jabón.

Aunque parezca obvio, muchas personas han dejado de usar los diferentes tipos de jabones que existen en el mercado para apostar por ingredientes como el vinagre o la sal. Por ello, nunca esté de más recordar que, para desinfectar las superficies en zonas tan sensibles como el baño, se debe contar con jabón. Bien sean los comerciales o propuestas más tradicionales como el jabón de Marsella en pastilla.