El sencillo truco para acertar con las proporciones de tu plato según una nutricionista

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Acertar con las proporciones adecuadas en cada comida puede ser más fácil de lo que parece. Una nutricionista ha revelado un truco sencillo y efectivo para equilibrar tus platos de manera saludable sin necesidad de complicadas medidas ni cálculos calóricos. Este método, conocido como el ‘Plato de Harvard’ o método del plato, ayuda a organizar las comidas de forma visual, asegurando que contengan todos los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas. Esta estrategia no solo facilita la planificación diaria de las comidas, sino que también promueve una alimentación equilibrada y saludable.

La clave está en imaginar el plato dividido en tres secciones: un cuarto para proteínas, un cuarto para carbohidratos y la mitad restante para verduras. La nutricionista explica que este método es muy utilizado en consultas nutricionales debido a su simplicidad y efectividad. Además, se adapta fácilmente a distintos gustos y estilos de vida, ya que permite combinar diferentes alimentos según las preferencias personales. Por ejemplo, un plato equilibrado podría incluir huevos como fuente de proteína, pasta como carbohidrato y setas para completar la porción de verduras.

Esta forma de organizar las comidas no solo asegura el aporte necesario de macronutrientes, sino que también ayuda a controlar las porciones. Al dedicar la mitad del plato a verduras, se garantiza un alto contenido de fibra, vitaminas y minerales esenciales para el organismo. Además, al reservar solo un cuarto para carbohidratos, se logra ayudar a mantener la energía estable a lo largo del día.

El método del plato no requiere herramientas complicadas ni conocimientos avanzados de nutrición, lo que lo hace accesible para todos. Solo es necesario visualizar las proporciones al servir las comidas. Esta estrategia se ha convertido en una herramienta popular entre los nutricionistas por su efectividad para enseñar hábitos alimenticios saludables. Incorporar este truco en el día a día puede marcar la diferencia en la calidad de la alimentación sin esfuerzo ni restricciones extremas.