Ni en su envase ni en un plato: así es como debes guardar las fresas para que aguanten frescas durante más tiempo en el frigorífico

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Con la llegada de la primavera, las fresas se convierten en protagonistas de muchos postres. Ya sea en un bol con nata o acompañadas de zumo de naranja y azúcar, su sabor dulce las hace irresistibles.

Sin embargo, uno de los mayores inconvenientes de esta deliciosa fruta es su corta vida útil. En pocos días, si no se almacenan adecuadamente, pueden deteriorarse y llenarse de esa molesta pelusilla blanca que indica que han perdido su frescura.

Para disfrutar de tus fresas por más tiempo y evitar desperdiciar comida, existe un truco casero que te permitirá conservarlas en perfecto estado durante más de una semana. Y es que, debido a su alto contenido de agua y su delicada piel, esto las hace propensas a la proliferación de hongos y bacterias.

Para conservarlas del mejor modo posible y disfrutar de todo su sabor, debemos enjuagar las fresas con agua tibia para eliminar impurezas y posibles residuos de pesticidas antes de guardarlas.

En segundo lugar deberemos sumergirlas en un recipiente con agua muy fría, después debemos escurrir las fresas y secarlas con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad.

A continuación, usa un táper o recipiente hermético y coloca en la base una capa de papel absorbente que ayude a capturar la humedad y coloca las fresas sobre el papel sin amontonarlas demasiado para que puedan respirar. Por último, añade otra capa de papel de cocina encima antes de cerrar el recipiente. Por supuesto guárdalo en la nevera en la zona donde detectes que hay una menor concentración de humedad.

Siguiendo este truco, las fresas pueden conservarse en perfecto estado durante más de una semana, ya que el papel absorbente evita que la humedad se acumule, reduciendo el riesgo de que se forme moho. Siguiendo este sencillo truco casero, podrás mantenerlas frescas y listas para consumir por más tiempo.