Tal Ben-Shahar, doctor en psicología y filosofía: "Podemos cambiar nuestros niveles de felicidad"

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La felicidad es una de las grandes incógnitas de nuestro tiempo. Nadie sabe la fórmula exacta para conseguirla y en muchas ocasiones podemos sentirnos realmente bien sin llegar a ser conscientes del todo debido a nuestro gran inconformismo. Es por ello, que su búsqueda es uno de los grandes debates entre los psicólogos de todo el mundo, así como poder hallar la manera de encontrarla y mantenerla, o por lo menos de reconocer que existe.

Es por ello, que el doctor en psicología y filosofía estadounidense, Tal Ben-Shahar, explica y da respuesta, a través de las redes sociales, a dicha pregunta: “¿Qué diferencia a la gente más feliz del mundo?”. Ben-Shahar afirma que podemos cambiar nuestros niveles de felicidad, debido a que la ciencia la mayoría de ocasiones está basada en el sentido común. Es más muchas veces podemos encontrar un origen tradicional, siendo frases compartidas incluso por nuestros abuelos. Y es que lo más importante para vivir una vida feliz son las relaciones humanas.

“A nivel individual se realizaron investigaciones por parte de Martin Seligman, padre de la psicología positiva y sus colegas, sobre la gente más feliz del mundo. ¿Qué les diferencia? Y descubrieron que una de las dos cosas que les diferencian es que tienen unas relaciones íntimas sólidas.”, comienza afirmando el experto el psicología positiva. Pero aun así, aclara, que no solo se refieren a las relaciones de pareja: “Eso puede referirse a las románticas, pero también amistades y familia. No son perfectas porque cuando más íntimas son, mayor son los desacuerdos y conflictos.” Pero convierten esas relaciones en una prioridad en su vida y eso les aporta mucha felicidad, por lo tanto, tener cerca a los nuestros puede ser lo más cerca que estemos de encontrar ese estado que todo el mundo persigue, y está al alcance de nuestra mano.

Por tanto, una forma de alcanzar la felicidad es mantener unas relaciones sanas, intimas, en las que podamos confiar y en las que siempre podamos encontrar apoyo. Crear estos lazos tan especiales nos permite sentirnos más cerca de los nuestros, creando así espacios seguros que pueden aportarnos mucha felicidad.