Según Harvard, este es el factor que produce más infelicidad y frustración
Muchas personas no logran diferenciar entre sus prioridades personales y profesionales, lo que genera altos niveles de frustración y malestar
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La felicidad es un concepto complejo, pero la infelicidad puede tener causas muy concretas. Así lo ha señalado Josep Fuller, especialista de la Universidad de Harvard, quien tras años de trabajo con jóvenes estudiantes ha detectado un patrón claro: muchas personas no logran diferenciar entre sus prioridades personales y profesionales, lo que genera altos niveles de frustración y malestar.
“No conocer tus prioridades y no ser honesto sobre tus metas puede llevarte a sentirte desgastado e infeliz”, asegura Fuller en 'Infobae', quien subraya la necesidad de tener expectativas realistas sobre lo que se quiere lograr, no solo en el trabajo, sino en todos los aspectos de la vida.
Relaciones y soledad: una combinación peligrosa
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Según el experto, muchas personas depositan su bienestar únicamente en el éxito profesional, dejando de lado su desarrollo emocional, social y personal. Esto genera una visión limitada de la felicidad, que termina convirtiéndose en un estado de frustración constante.
A esta idea se suma el prestigioso Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard, que identifica varios factores asociados a la infelicidad. Uno de los principales es la calidad de las relaciones sociales. Las conexiones conflictivas o el aislamiento pueden afectar directamente a la salud mental y al bienestar emocional.
Otros factores que influyen más de lo que crees
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Estar desconectado del entorno, sentirse solo o no tener vínculos significativos contribuye a incrementar los niveles de tristeza y ansiedad. “La soledad es uno de los grandes enemigos de la felicidad”, señalan desde la investigación.
El estudio también apunta a otros elementos clave: problemas de salud física o mental, falta de propósito vital, estrés laboral, dificultades económicas o vivir en entornos tóxicos. Todo ello puede impactar en la forma en que las personas perciben su día a día.
La buena noticia es que se puede cambiar
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Además, la falta de actividad física y una vida sedentaria también pueden disminuir los niveles de felicidad, al estar asociados con mayores tasas de ansiedad y depresión.
Desde Harvard insisten en que muchos de estos factores pueden trabajarse. El primer paso es tomar conciencia de ellos y replantear lo que realmente importa. “Redefinir tus prioridades es el primer paso para dejar de vivir en piloto automático”, concluye Fuller.
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La felicidad es un concepto complejo, pero la infelicidad puede tener causas muy concretas. Así lo ha señalado Josep Fuller, especialista de la Universidad de Harvard, quien tras años de trabajo con jóvenes estudiantes ha detectado un patrón claro: muchas personas no logran diferenciar entre sus prioridades personales y profesionales, lo que genera altos niveles de frustración y malestar.