Cristina Muñoz, experta en orden y limpieza: "Las prendas, antes de guardarlas, hay que lavarlas"

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Con la llegada de la temporada primavera-verano, muchas personas se enfrentan al cambio de armario, una tarea que marca el final del uso de ciertas prendas y textiles del hogar hasta dentro de varios meses. En este contexto, la experta en orden y limpieza Cristina Muñoz ha compartido en su cuenta de Instagram una serie de recomendaciones prácticas sobre cómo guardar correctamente la ropa hasta la siguiente temporada.

“Las prendas, antes de guardarlas, hay que lavarlas”, explica. Aunque nos puedan parecer limpias, Cristina advierte que pueden tener restos de maquillaje, perfume, desodorante, etc. Si las almacenamos sin antes lavarlas, “las posibles manchas se intensificarán y los olores de estos restos se profundizarán en las prendas”. De ahí que subraye la importancia de este paso previo al almacenaje.

Una recomendación importante es evitar el uso excesivo de suavizante y no utilizar lejía en ningún caso. Según la experta, “es preferible que el olor de las prendas que guardemos sea lo más neutro posible”. Este aspecto es clave especialmente cuando se va a almacenar la ropa en “cajas o bolsas al vacío”, donde la falta de ventilación puede acentuar los olores si las prendas no han sido adecuadamente tratadas antes.

Además, Cristina Muñoz desaconseja planchar la ropa antes de guardarla. “El motivo es porque pueden quedar restos de humedad del planchado, en especial en la ropa blanca y clara, que puede provocar que se amarillee”. Por tanto, lo ideal es dejar la plancha para cuando se recupere la ropa en la siguiente temporada, y no antes de guardarla.

La experta extiende estas recomendaciones también a la ropa de hogar: “En cuanto a edredones, sábanas, almohadas, mantas, etcétera, también debemos guardarlas lavadas”. Y cuando llegue el momento de volver a utilizarlas, aconseja airearlas durante al menos un día completo antes de su uso.

Estas pautas sencillas pero eficaces no solo contribuyen a mantener la limpieza y el orden, sino que prolongan la vida útil de las prendas y textiles, y aseguran que estén en perfectas condiciones cuando las necesitemos de nuevo. El cambio de armario, bien hecho, puede convertirse así en una oportunidad para cuidar lo que tenemos y mantener nuestro hogar más organizado y saludable.